Tras diez años, el arpa fue condenada al silencio
En los primeros días de noviembre de 2007 se realizó el Festival Mundial del Arpa en Paraguay. En diez ediciones, el encuentro artístico significó una revolución en diferentes sentidos dentro de la música paraguaya. Este año, no se hizo.
El primer festival se realizó del 2 al 3 de noviembre de 2007 en el Teatro Municipal. El actual intendente Mario Ferreiro fue el presentador de aquella primera edición. Aún así, durante su mandato, el festival dejó de realizarse.
Este año, un grupo de arpistas recurrió a la Junta Municipal para solicitar que el festival continúe con apoyo municipal. La semana pasada las productoras Marlene Sosa Lugo y Ana Scappini, Marcelo Rojas, de la Asociación de Arpistas del Paraguay, y José Antonio Galeano, gestor cultural y conductor de varias ediciones del evento, tuvieron una reunión con la senadora Esperanza Martínez, presidenta de la Comisión de Cultura de la Cámara de Senadores, quien les prometió el apoyo necesario para dar continuidad al evento.
En diez ediciones, el festival posicionó al Paraguay dentro del mapa musical, aprovechando que el instrumento es muy característico de la música paraguaya. Arpistas de países como Grecia, Irlanda, Francia, Venezuela, Japón, México, Alemania, Suecia, Italia y varios otros más se presentaron en el festival. “Todos los arpistas del mundo tenemos el sueño de por lo menos una vez pisar la tierra guaraní”, dijo uno de los integrantes del grupo Las Voces de Sotavento, de Veracruz, México.
En las diferentes ediciones del festival, los arpistas paraguayos pudieron presentar nuevas composiciones y exponer sus búsquedas dentro de la música paraguaya. Experimentos de fusión con otros ritmos y arpas y también de nuevas expresiones dentro de los ritmos tradicionales fueron puestos a consideración del público. También los arpistas de larga trayectoria, tuvieron la posibilidad de mostrar su estilo de interpretación.
Cada jornada del festival llenaba el Teatro Municipal. En los últimos años, la última noche se hacía en una plaza abierta, con gran concurrencia.
El arpista César Cataldo fue uno de los más activos en el festival, hasta su fallecimiento en 2012. Fue el vínculo entre el proyecto Sonidos de la Tierra y el festival. En la primera edición presentó la megaorquesta de arpas, conformada por niños de Sonidos de la Tierra. Este conjunto fue creciendo y en 2010 fue el representante paraguayo en la celebración del Bicentenario de Argentina, junto con Lizza Bogado y el Ballet Folklórico Municipal. El conjunto de arpas compartió el escenario junto con Víctor Heredia, Pablo Milanés, Rubén Blades, Gilberto Gil y otros artistas latinoamericanos.
Ese grupo fue el origen del que obtuvo el récord Guinness al mayor conjunto de arpas, con 400 integrantes.