Deudas acechan a una Venezuela en grave crisis
Venezuela está a un paso de un “default” o cesación de pagos de su deuda externa estimada en 150.000 millones de dólares cuando con menguadas reservas y una pavorosa crisis económica debe afrontar millonarios vencimientos. Actualmente sus reservas son de
MONTEVIDEO (AFP). Desde 2014, tras el desplome de los precios del petróleo, Venezuela sufre una grave crisis económica, con elevada inflación que el FMI proyecta en más de 2.300% para 2018 y una severa escasez de alimentos y medicamentos.
Un país es considerado en default cuando no cumple total o parcialmente con sus acreedores. Esos pueden ser locales o extranjeros e incluso organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para Venezuela lo que está en juego son créditos de inversores privados.
El fin de semana debía pagar unos US$ 81 millones de un bono de su petrolera estatal PDVSA; y tiene otros vencimientos por unos US$ 1.470 millones. En 2018 deberá pagar unos 8.000 millones de dólares.
¿Quién declara un default? Hay diversas formas.
El gobierno puede anunciar que no honrará sus pagos y automáticamente incurre en cesación de pagos.
También puede ser declarado por una agencia calificadora, como Moody’s, Fitch o S&P, que comunica al público que el país no pagó y, en consecuencia, lo considera en default.
Una tercera posibilidad es que un acreedor privado u organismo como el ISDA –entidad con sede en EE.UU.– lo anuncie.
¿Las consecuencias?
La primera consecuencia es que se convierte en un paria de los mercados financieros internacionales. No consigue créditos y si lo logra es a tasas astronómicas.
Washington prohibió en agosto transar nuevos bonos de deuda de Venezuela y de PDVSA.
Los acreedores, a su vez, pueden embargar activos en el exterior. Para Venezuela, lo más importante es la compañía Citgo, con base en EE.UU., que refina y comercializa combustible en ese país.
Entre los principales acreedores de Venezuela están China y Rusia, pero también inversores, la mayoría de EE.UU.
En el plano judicial queda expuesto a eventuales represalias de países en los que residen los acreedores.
Refinanciar
Cuando un país cae en default puede refinanciar o reestructurar su deuda para modificar las condiciones del crédito que no puede afrontar.
Normalmente la refinanciación implica un acuerdo entre las partes para, entre otras cosas, modificar plazos, establecer períodos de gracia, etc.
El presidente chavista, Nicolás Maduro, convocó para hoy en Caracas a sus acreedores extranjeros para iniciar negociaciones.
El gobierno ya pactó un acuerdo con Rusia por US$ 3.000 millones, pero eso es una pequeña parte del total de la deuda externa que se estima en más de US$ 150.000 millones.