Actas reconocen que las deudas sí existen
La empresa Victoria SA sostiene que la deuda de la secta Moon es legítima.
Como aval de esta afirmación cuenta con documentos donde consta que los directivos del grupo religioso firmaron contratos plenamente vigentes.
El 30 de julio de 2009, por ejemplo, Gerónimo Amarilla Maciel, en representación de la secta Moon, se presentó en la oficina de la escribana Justina Esteche Bareiro para ratificar el contrato de cancelación de deuda por dación de pago de fecha 12 de noviembre de 2008.
En el punto 1 del contrato, Gerónimo Amarilla Maciel reconoce la entrega de inmuebles “de manera a cancelar el capital reclamado y los intereses acumulados en favor de Victoria Terrace SA”.
Por otro lado, el 11 de noviembre de 2008 la secta Moon realizó una asamblea extraordinaria.
El punto 3 del orden del día fue la aprobación de la dación de pago para cancelar deudas con Victoria Terrace SA.
El acta menciona la deuda existente por la compra de tierras y agrega: “Se ha recibido intimación de pago de cesionarias de créditos otorgados para la adquisición de inmuebles principalmente en la zona del Alto Paraguay y ante la actual incapacidad para satisfacer dicha intimación de pago, no queda otra alternativa que aprobar la propuesta realizada por los acreedores, consistente en la dación de pago de los
inmuebles, en cancelación de todas las deudas mantenidas” (negritas son nuestras).
El reconocimiento de la deuda y la entrega de inmuebles para cubrir la deuda de 15 millones de dólares fue aprobado en la asamblea del 11 de noviembre de 2008: “Luego de un extenso debate del tema, la propuesta de dación en pago de los inmuebles es aprobada por unanimidad” (negritas son nuestras).
Entre los firmantes del acta se encuentran los nombres de Arístides Rondan, Agustín Peña y Celso Ucedo, quienes actualmente son los denunciantes de la supuesta estafa.
El reconocimiento de la deuda se firmó en noviembre de 2008, el documento se ratificó en el 2009 y a mediados de 2015 presentan la acción judicial contra Victoria SA.
Luego de transcurrir siete años, los denunciantes alegan haber recibido “una visión de Dios” con la orden de no reconocer el documento.
Dios no puede ser parte en un juicio sumado a las dificultades propias de llamarlo a prestar testimonio.
Imputación del fiscal Igor Cáceres
El 17 de octubre último, el fiscal Igor Cáceres Gallardo, presentó acta de imputación contra cinco ciudadanos estadounidenses, dos coreanos y un uruguayo por supuesta responsabilidad en los delitos de tentativa de estafa y falsificación de documentos públicos. El acta ingresó en la Oficina de Atención Permanente a las 21:30 en formato de papel.
El fiscal Igor Cáceres Gallardo violó la acordada Nº 820/13 de la Corte Suprema de Justicia que obliga a presentar las imputaciones en formato electrónico; se entregó el acta en hoja de papel.
Ese mismo día, 17 de octubre pasado, se apartó del caso al agente fiscal Igor Cáceres Gallardo. Teniendo conocimiento de que ya estaba fuera de la investigación, sospechosamente se apresuró en plantear la imputación.
El acta de la asamblea donde se reconoce la deuda y se resuelve entregar los inmuebles en dación de pago cuenta con la firma de 20 participantes: todos asumen sus respectivas firmas y ninguno planteó la posibilidad de falsificación.
Ahora nomás que Dios “apareció” y dijo que no reconozcan una deuda que ya habían asumido y reconocido en asamblea.