ANDE se endeudó para financiar las obras en vez de utilizar sus recursos
La Administración Nacional de Electricidad (ANDE) se endeudó con US$ 300 millones de los bonos soberanos para financiar obras de infraestructura, sin embargo dejó de ejecutar rubros que tenía disponibles en su presupuesto para esos fines, señalan.
La ANDE recibió los fondos de dos emisiones de los bonos soberanos; la primera en abril de 2013 por US$ 200 millones y la segunda por US$ 100 millones en diciembre de 2014, totalizando US$ 300 millones, que fueron destinados principalmente al suministro de materiales y equipos para transmisión y distribución, destacan especialistas del sector consultados por ABC Color.
Con los bonos también financió la construcción de subestaciones y refuerzos de líneas de transmisión; obras de autoayuda en el interior o cambio de líneas de distribución precarias; la ampliación de líneas de media y baja tensión; la adquisición de transformadores, medidores y conductores, así como de medidores electrónicos.
De acuerdo con el reporte de la ANDE sobre la ejecución de los mismos, al 30 de setiembre de este año era de un 94% lo correspondiente a la primera emisión y de 80% al de la segunda.
Con respecto a la utilización se observa que el 77% del importe total de ambas emisiones de bonos destinaron al segmento de transmisión y solo 23% al de distribución, que es el área más sensible y con mayor déficit.
Pero lo más llamativo es que si se analiza y compara con el rubro presupuestario de la empresa estatal destinado a inversiones en el mismo periodo se tiene que entre el 2013 y 2016, la ejecución del presupuesto de inversiones, acumulados totales fue de solo 32%; de los cuales, nuevamente el sector de distribución, que es donde mayores inconvenientes existen, solo recibió el 25% de los recursos destinados a la infraestructura eléctrica.
Hasta setiembre de 2017, la ejecución del rubro de inversiones físicas es de solo el 28%. Al observar el monto presupuestado para la ANDE en inversiones de infraestructura no utilizados en el periodo que va del 2013 al 2016, totaliza unos US$ 1.400 millones de recursos que dejaron de utilizar.
En definitiva, si se tiene en cuenta el monto presupuestado disponible para la empresa estatal en esos años, resultaba innecesario endeudarse con los bonos puesto que solo debía ejecutar su presupuesto. Nuevamente se deja al descubierto la deficiente gestión de la administración a cargo del Ing. Víctor Romero Solís, subrayan nuestras fuentes.