El cine pierde a un gran musico
Luis Bacalov permanecerá como uno de los argentinos, nacido en la provincia de Buenos Aires en 1933, más amados en Italia. Un personaje que afrontaba la música sin prejuicios y que dejó una marca profunda en la música italiana.
ROMA (ANSA, por Paolo Biamonte). Bacalov falleció el miércoles en esta ciudad donde residía desde hace décadas. Fue arreglador de canciones que hicieron parte de la historia de nuestro país, como autor de bandas de películas, pianista y concertista.
El Oscar que en 1996 ganó por “Il Postino (El cartero)”, el último acto de vida del actor Massimo di Troisi, murió poco después del último chack, fue considerado un premio italiano.
Un triunfo que se llevó atrás un caso legal durante 18 años, comenzado con una causa por plagio presentado por Sergio Endrigo, con el cual había formado una sociedad histórica, junto a Riccardo Del Turco y Paolo Margheri, autores del tema “Nellemie notti”. Después de dos sentencias, en 2013 Bacalov aceptó un recomposición del caso y volvió a anotar el tema también a nombre de Endrigo, Del Turco y Margheri.
Bacalov había llegado a Italia en 1959, luego de haber realizado serios estudios musicales y transcurrido períodos en Colombia, España y París. Ingresó a la RCA en los tiempos dorados de la música pop italiana. La lista de los títulos que firmó como arreglador es impresionante. Trabajó con Rita Pavone, Gianni Morandi, Lucio Dalla y muchos más.
En forma paralela a la de arreglador, en los años ‘60 Bacalov había comenzado su carrera de autor de bandas sonoras en “Evangelio según Mateo” de Pierpaolo Pasolini, el célebre spaghetti western “Django” (Tarantino usó sus obras en “Kill Bill” y “Django Unchained”), el clásico policial “Milano Calibro 9”.
También compuso la música para “La ciudad de las mujeres” de Federico Fellini, “La tregua” de Francesco Rosi, filmes de Ettore Scola, Damiano Damiani y LinaWertmuller. En los últimos años, en 1998, colaboró con el cantautor Fabrizio De André.