Extreman la búsqueda de submarino argentino
Argentina, con ayuda internacional y sin descartar ninguna hipótesis sobre la desaparición de un submarino militar, seguía ayer la búsqueda contrarreloj para localizar la nave con 44 tripulantes, con la que no se tiene contacto desde el miércoles, ante un
MAR DEL PLATA, Argentina (AFP). Las siete llamadas satelitales a bases navales detectadas el sábado reabrieron las esperanzas de que el submarino “ARA San Juan” se encuentre en superficie, pero a lo largo de ayer no hubo nuevos intentos de comunicación ni se pudo confirmar que el origen fuera realmente el submarino perdido.
El lugar de la búsqueda enfrenta condiciones climáticas “muy adversas” en un mar con olas de entre cinco y seis metros y “vientos muy fuertes de temporal”, dijo la tarde de ayer el portavoz de la Marina de Guerra, Enrique Balbi.
“Recién para el martes mejorarían las condiciones climáticas, lo que permitiría a los buques hacer su patrullaje marítimo”, afirmó el vocero en uno de sus varios contactos con la prensa ayer.
Pese al temporal que complica el trabajo de los buques en superficie, continúan las exploraciones aéreas.
La última comunicación regular con el “ARA San Juan” fue el miércoles pasado cuando se encontraba a 430 km de la costa en el Golfo de San Jorge, en el Atlántico Sur.
Navegaba de regreso desde la ciudad austral de Ushuaia hacia Mar del Plata, donde en condiciones normales debía haber llegado ayer.
Aún no se pudo confirmar si las siete llamadas satelitales de entre 4 y 36 segundos de duración, recibidas el sábado, provinieron del submarino.
“Son tan cortas las comunicaciones y tan baja la señal, que si esperamos a la geolocalización y coincide con el área de búsqueda podríamos llegar a confirmar que es el submarino”, explicó Balbi.
La noticia de las llamadas reavivó la esperanza de los familiares de los tripulantes en que la nave esté en superficie, cuando ya comenzaba a prepararse un eventual rescate en la profundidad del Atlántico.
Entre los tripulantes viaja una sola mujer, la primera oficial submarinista de Sudamérica, Eliana Krawczyk, de 35 años.