Fiscal general contrató parientes del político buscado por justicia uruguaya
Además de salvarle de la justicia uruguaya a Francisco Nicolás Sarubbi Brizuela, rechazando su extradición para afrontar un proceso por supuesto tráfico de drogas a través de la Unidad de Asuntos Internacionales, el fiscal general, Javier Díaz Verón, ubic
El exintendente de Caazapá Francisco Nicolás Sarubbi Brizuela, cuya extradición al Uruguay para afrontar un proceso por presunto tráfico de drogas fue abortada por la fiscalía de Asuntos Internacionales en el 2013, resultó ser un íntimo de la familia del fiscal general, Javier Díaz Verón, y del fiscal de la unidad anticorrupción, Federico Espinoza. El buscado aparece en varias fotografías en eventos compartiendo y operando en política con la parentela de los jefes fiscales.
El fiscal general contrató varios parientes de Sarubbi en el Ministerio Público en los últimos años y de esta forma se alarga la lista de cercanos que Díaz Verón privilegió con cargos durante su administración.
Entre los ubicados figura Natalia Báez Sarubbi, sobrina del exintendente y expareja de Pedro (Pipo) Díaz Verón, hermano del fiscal general, que ingresó como asistente en el 2013, según figura en el portal del Ministerio Público. Dulce María Escobar Sarubbi y Jazmín Luraghi Sarubbi son otras parientes del mismo y del entorno de los Díaz Verón privilegiadas con cargos.
Pese a su antecedente, Sarubbi es el brazo derecho del candidato a intendente de la ciudad de Caazapá Víctor López Espínola, quien es medio hermano del fiscal de la unidad de Delitos Económicos, Federico Espinoza.
Víctor López es aliado de Pipo Díaz Verón, hermano del fiscal general y candidato a gobernador de Caazapá. Mientras el fiscal anticorrupción realiza una investigación a su jefe por supuesto enriquecimiento ilícito en la que la ciudadanía en general no cree, los hermanos de ambos trabajan juntos en política y tienen como operador a una persona requerida por la justicia internacional.
La administración de Díaz Verón se caracteriza por la repartija de cargos entre parientes, amigos, vecinos, exdomésticas, locutores de la radio de su familia, amigos de farra de sus hijos, etc.
Según la planilla de sueldos, más de G. 1.500 millones al año le cuestan a los contribuyentes el festín de sueldos del fiscal general. Sin embargo, en una declaración anterior Díaz Verón había dicho que “cualquier paraguayo tiene la oportunidad de trabajar en cualquier institución de la República”.
En cuanto al proceso de enriquecimiento ilícito, todo apunta a un blanqueo a Díaz Verón, considerando que la fiscal a cargo, Yolanda Portillo, repite lo que dice la defensa de su jefe.