Vergüenza, cúbrete el rostro
Los ciudadanos comunes nos hemos acostumbrado y hemos aprendido a curarnos de espanto, ya que dejamos de ser “el muerto que se asusta del degollado”, porque los antivalores, sociales, culturales, familiares y personales, se han trastrocado tangencialmente, ante la impotencia de luchar contra la injusticia, la corrupción y la soberbia (e impunidad) de los hombres públicos empotrados en sus cargos.
Era costumbre resignada de Juan Pueblo, con intensidad cada vez más fuerte, haciendo suyo el día a día, aguantando el polvo de la ignominia y humillación, rumbeando por el limbo de la desesperanza, hasta que el periodismo de investigación, teniendo como baluarte a una mujer valiente e íntegra, desenmascaró una, hasta corto tiempo atrás, inextricable, nauseabunda y putrefacta maraña articulada desde la misma fiscalía general, así como por los fiscales más connotados y embarcados a cargo de los más sonados y jugosos($$$) casos, con tenebrosos objetivos, dejando totalmente indefensos a los ciudadanos comunes, haciendo alardes sombríos de su impunidad.
Todo sigue con el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, organismo creado para evaluar y velar por el buen desempeño de jueces y fiscales; pero, he aquí que ese objetivo se ha utilizado vil y cruelmente, para presionar a los encargados de causas judiciales, importantes o no, para sacar la venda a la Diosa Astrea, dentro de una trama mercantilista que deparó, indubitablemente una prosperidad inusual y descabellada, vergonzosa y vergonzante, a jueces y fiscales.
Basta con leer el buen pasar que llevan estos “servidores de justicia”, según una investigación acabada de ABC Color, que detalló un tiempo atrás, los bienes en viviendas, flota de vehículos lujosos, yates, haciendas, etc. etc. (Habría que investigar a los fiscales de Ciudad del Este también, feudo “blanco” de ministros incluso, y por qué no a los miembros del “CLAN” (Ahora que pareciera que hay ambiente de nueva primavera, luego de las internas partidarias, se debería remover la intervención al Municipio de Ciudad del Este).
Pero por si esto fuera poco, a estos seguidores de Alí Babá, que con certeza segura y extrema, actualmente son más de cuarenta, se les han sumado parlamentarios, gracias a la potestad de inserción de políticos nominados por ellos, dentro del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados.
Esta pestilente situación, con fuerte olor a albañal, inserta en esta trama perversa a un parlamentario liberal, que utilizando su oratoria y locuacidad políglota, sin vergüenza alguna presiona y da indicios de sus tentáculos.
Así siguen en la fila los personajes que debieran estar vistiendo “mamelucos color naranja”; id est, los impresentables y tenebrosos Oviedo Matto, González Daher, el “corredor de rallies” que vive doblando la cerviz y otros tantos jinetes del apocalipsis.
Pero como no hay mal que dure 100 años (aunque muchos se estarán dando pinchazos en los brazos para certificar que esto es cierto, increíble, soñador), se le privó de su investidura a un omnipotente y poderoso brazo, alma y corazón de la corrupción, inmerso en todas las figuras delictuales posibles (presión y amenaza a los funcionarios públicos, tráfico de influencias, asociación criminal, cohecho pasivo y soborno agravados, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero).
El juicio político al también tenebroso fiscal general del Estado no fue, por ello la ciudadanía debería darles las espaldas con sus votos a los integrantes de los que votaron en contra, alineados como velas, e incluso se los escrache como en casos anteriores.
No debe dejarse de lado, entre otros, “al corredor de rally”, Caballero, Almada (Bien por la denuncia del Colegio de Abogados); a Arias; a la fiscala Fernández que desestimó vergonzosamente los audios delatores; y al tenebroso monje negro de pelo largo, de modo a que vientos de saneamiento soplen para nuevas banderas de alivio para la ciudadanía honesta toda. Así la patria se sentirá aliviada y se habrá sacado la roña indeseada.