Hay un alto riesgo para los niños
CORONEL OVIEDO (Víctor Daniel Barrera Burgos, de nuestra redacción regional). En unas 85 escuelas que fueron afectadas por temporales ocurridos el año pasado, entre octubre y noviembre, las clases comenzarán con alto riesgo para los niños, ya que el Ministerio de Educación no tiene fondos para repararlas. Dos de esos casos se encuentran en Coronel Oviedo, donde además hay instituciones que tienen encima el peligro de las inundaciones.
La escuela básica 2645 Profesor Juan A. Benítez sufrió serios daños durante el temporal que azotó a la región en octubre del año pasado. La caída de un árbol hizo que las tejas del techo de un pabellón se desprendieran totalmente y que los tejuelones se deslicen de sus lugares.
También causó fisuras en las pilastras y la inclinación de una viga que se extiende por tres aulas.
Esta situación pone en riesgo de derrumbe al pabellón, lo cual es un peligro para los estudiantes y docentes. La directora de la institución, Enilda González, relató que informó al MEC de lo ocurrido, pero hasta ahora no tienen respuestas.
Contó ese pabellón fue reparado por última vez en 1998, hace unos 20 año. La docente explicó que hay aulas móviles recibidas del Ministerio para paliar la situación, pero que son bastante incómodas para desarrollar clases, principalmente en el verano.
La escuela básica 6015 Villa de Maestro durante el fuerte temporal del año pasado sufrió la caída de un árbol que dejó severos daños en el techo de la institución. Además, enormes grietas hay en las paredes de dos aulas que están en peligro de derrumbe. El director, Reinaldo Giménez Roa, dijo que remite informes al Ministerio de Educación, pero no son atendidos.
La institución cuenta con 170 alumnos, desde el nivel inicial hasta el sexto grado. Falta de sillas y más ventiladores, mientras las pizarras están visiblemente deterioradas.
Entretanto, el patio de la escuela 2.901 Nuestra Señora de la Asunción se inunda cada vez que llueve y por eso los 320 alumnos y sus docentes no pueden ingresar a sus salas. Cuando hay precipitaciones las clases se suspenden.
Además, el agua permanece estancada en el predio de la institución durante varios días, lo cual atrae alimañas y eso pone en peligro a los estudiantes.
Cuando la lluvia comienza en medio de las clases las grandes goteras imposibilitan seguir con la enseñanza.