Mercaderes de la política
El obispo del Vicariato del Chaco, monseñor Gabriel Escobar, en la homilía que pronunció durante la misa dominical en la catedral de Fuerte Olimpo, hace ocho días, denunció la falta de propuesta de los candidatos que pugnarán a cargos electivos en las elecciones generales del 22 de abril. ¿Cómo podrán solucionar los innumerables problemas sociales que aquejan a los pobladores de la región, si ni siquiera dan a conocer sus planes de gobierno?, cuestionaba el religioso.
En tanto, los misioneros religiosos del Vicariato Chaco, mediante un comunicado emitido hace una semana, denuncian la falta de responsabilidad cívica de la gran mayoría del electorado del departamento de Alto Paraguay que concurre a votar por el candidato que más dinero ofrece o el que paga mejor por “alquilar” la conciencia de la gente.
La preocupación de los religiosos se justifica considerando la triste realidad que se vive en Alto Paraguay desde hace décadas. La falta de compromiso y responsabilidad de las autoridades por cumplir sus funciones de servidores públicos es una verdad innegable.
Es impresionante el gran caudal económico que demuestran los candidatos cada vez que se realizan elecciones, principalmente de la ANR. Los colorados siempre acaparan los cargos de importancia, como de intendente, gobernador o diputado. Pagan desde G. 300.000 hasta 1 millón de guaraníes por los votos.
En las carpas opositoras, principalmente del PLRA, también existe esa práctica, aunque los precios son muy inferiores.
Por los resultados que arroja contar con poderío económico, lógicamente que a los candidatos poco o nada les interesa presentar propuestas o proyectos, ya que solo se preocupan de conseguir mucho dinero para llegar al cargo que pretenden.
El exdiputado por dos periodos en representación de Alto Paraguay siendo santaniano, José Chamorro, una vez dijo: “Ajoguapáta kure ra’yícha (compraré a los electores como lechones)”. No existe una mejor frase para describir la realidad de Alto Paraguay.
Así las cosas, la falta de caminos de todo tiempo, pésimo servicio de salud pública, la falta de agua potable en varias comunidades, el despojo sistemático de tierras a pobladores pobres, los cortes del suministro de energía eléctrica de la ANDE y otros problemas continuarán.
Nada cambiará.