Las Urbieta, con pocas esperanzas ya
Familiares del empresario ganadero Félix Urbieta, secuestrado por el autodenominado Ejército del Mariscal López (EML), dijeron estar preparados para lo peor.
Clamaron un “invalorable” regalo por el cumpleaños de don Félix que es el de tener noticias sobre su estado, y ya no una prueba de vida.
En la víspera, recordaron el cumpleaños número 68 de Félix Urbieta Ramírez, secuestrado el 12 de octubre de 2016 por el grupo liderado por Alejandro Ramos Morel, un exmiembro de la banda autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
En una conferencia de prensa desde su vivienda situada en la zona norte del país, Norma y Liliana Urbieta Agüero y su madre Hermelinda Agüero de Urbieta, leyeron una nota que prepararon, tratando de que el mensaje llegara hasta el ganadero secuestrado.
Sentadas al lado de una torta de cumpleaños con velas encendidas, con la forma de la edad que cumple don Félix y, de fondo, una imagen suya en tamaño grande, se dirigieron una vez más a los captores del padre de familia.
“Hoy, a diferencia de años anteriores, no tenemos nada que festejar. Qué daríamos por rodearte de besos y de abrazos para que sientas todo nuestro amor y sepas cuán agradecidos estamos con Dios por tus 68 maravillosos años como siempre lo hacíamos”, leyó Norma, quien se encargó de la lectura esta vez, esperando tener “más suerte”, según dijo a este diario. Anteriormente, era Liliana la vocera de los comunicados públicos.
“Luego de hacer sentir como propio el dolor de la familia Fehr, creemos estar preparados espiritualmente para lo peor”, resalta la parte más emotiva del papel redactado por las hijas y esposa.
Resaltaron que los captores “han torcido los designios de nuestras vidas, imponiéndonos tu forzado encierro y desaparición”, para finalmente clamar por novedades.
Los captores habían pedido en su última comunicación 350.000 dólares para liberarlo, de los 500.000 dólares que inicialmente solicitaron.
El 7 de febrero de 2017 se dio a conocer la última prueba de vida de Urbieta.
*** El gerente administrativo financiero del ministerio, Pedro Villalba, y la directora jurídica, María Elizabeth Galeano, fueron importantes en el proceso. Veremos si a ese nivel nomás queda la responsabilidad.
*** Resulta que en el Paraguay los jefes involucran a sus subalternos en los chanchullos teniendo en la memoria la impunidad con que han podido hacerlo hasta ahora. No se dieron cuenta de que la cosa cambió sustancialmente. Podrían estar en vísperas de una desilusión. *** El ministro Leite, por su parte, cree que algunos motores van a acompañar de verdad al Paraguay después de que se vaya Cartes.
*** Parece que está muy confiado en que el motor de la justicia va a continuar funcionando del mismo modo que hoy. Hay dudas al respecto.
*** Leite también volvió a su costumbre de “lucirse” con grandes frases en público, como la patética comparación futbolística que hizo en Concepción.
*** Alguien debería avisarle que la soberbia y la estupidez ya les pasó factura en las internas.