Detave fracasó en su lucha anticontrabando
“Un total fracaso” fue el operativo montado ayer por agentes del Detave en Villa Morra, admitió el jefe del operativo. No hubo incautaciones porque la información de que los agentes estarían por la zona se “filtró” y los vendedores informales huyeron raud
En el primer operativo del año, los agentes del Departamento Técnico Aduanero de Vigilancia Especial (Detave) se estrenaron ayer con un infructuoso operativo en inmediaciones de los Shoppings Villa Morra y Mariscal de Asunción, en busca de productos que ingresaron de contrabando.
Las autoridades iniciaron las intervenciones a las 10:00. Sin embargo, los trabajadores informales –que a diario están ubicados en la zona– lograron rescatar la totalidad de las mercaderías porque recibieron una voz de alerta y huyeron raudamente media hora antes de que lleguen los agentes, afirmaron los taxistas ubicados en las inmediaciones.
El operativo se realizó con apoyo de efectivos de la Policía Nacional.
“Este es el primer operativo que montamos este año y si bien fue un total fracaso, porque es casi seguro que se filtró la información y huyeron, vamos a permanecer aquí monitoreando. En cualquier momento les vamos a volver a caer encima en los recorridos aleatorios que vamos realizando”, amenazó Alberto Ledesma, jefe de la división operativa del Detave.
Agregó que no solamente controlarán en los puestos de ventas populares, como los mercados, sino que de acuerdo a los servicios de inteligencia que tengan, también van a hacer controles en los supermercados y en las inmediaciones de los shoppings.
Siempre vuelven
Según la denuncia de varios locatarios de los shopping Villa Morra y Mariscal, desde hace más de una década que un grupo de vendedores utiliza ilegalmente la vereda de la calle Quesada, ofreciendo productos de dudosa procedencia como lentes, relojes, discos y otros, sin pagar impuestos y sin otorgar comprobantes, representando una competencia desleal frente a aquellos comercios que están al día con el pago de sus patentes, pago de personal y otros tributos.
“Ellos solo espantan nuestros clientes”, denunció María Barrios, vendedora del Villa Morra.