Cataluña: revés para separatistas
BARCELONA (AFP). La detención ayer en Alemania del expresidente independentista catalán Carles Puigdemont, acusado de rebelión por España y objeto de una orden de detención europea supone un nuevo revés para el independentismo.
El sábado, el Parlamento catalán suspendió la investidura de un nuevo presidente regional por el encarcelamiento del candidato independentista, Jordi Turull, otro de los afectados por el duro golpe judicial contra la cúpula separatista, que sume a Cataluña en un nuevo bloqueo político.
La intervención del Gobierno central de Madrid en Cataluña se mantendrá hasta que los independentistas –que obtuvieron mayoría parlamentaria en las elecciones regionales del 21 de diciembre pasado– escojan un presidente y este forme Gobierno. De no conseguirlo antes del 22 de mayo, la región se verá abocada a unas nuevas elecciones.
Puigdemont fue arrestado por la policía alemana, que explicó que la detención se hizo en virtud de una euroorden emitida por el juez del Tribunal Supremo español.
El delito de rebelión se castiga con hasta 30 años de cárcel en España, y su aplicación en el caso catalán es controvertida, ya que presupone “un alzamiento violento” que, según numerosos juristas, jamás se produjo en Cataluña.
El juez acusa a Puigdemont de haber organizado el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre a pesar de su prohibición y del “grave riesgo de incidentes violentos” .
Alemania fue con 1.610 el país que más procesos de entrega de personas reclamadas por euroorden inició en 2015, último año del que se tiene estadísticas sobre el funcionamiento de dicho mecanismo europeo de detención y entrega; que se estableció en enero de 2004 para sustituir el procedimiento de extradición por un sistema ágil de entrega de personas reclamadas, creando una la cooperación directa entre autoridades judiciales de los países.