Modelo de civismo
La “Ciudad más limpia del país”, Atyrá, es la única que tiene sus calles, plazas y sitios públicos libres de propaganda electoral. Pasear por la ciudad es un descanso para los ojos y un bálsamo para el alma. Se llega al punto de olvidar por un momento que nuestro país está a menos de 15 días de los comicios generales.
En 1991, a iniciativa del intendente de todos los tiempos Feliciano Martínez (+), los atyreños decidieron firmar un acuerdo para que la ciudad quede libre de polución visual. El entonces jefe comunal reunió a los candidatos en la oficina del Registro Electoral.
El acuerdo sigue vigente 20 años después, sin necesidad de una normativa que prohíba la polución con propaganda de los candidatos.
Recién en 2012 la Comuna emitió una resolución que prohíbe fijar propaganda electoral en sitios públicos y sanciona con 20 jornales mínimos a los que osaren en infringir la regla.
Los candidatos temían –y siguen temiendo– la sanción moral de los pobladores de la ciudad que la aplicación de multas. Pues el candidato o partido que coloque sus afiches o propagandas en la ciudad sabe que será automáticamente descalificado y perderá en el distrito, por castigo de los electores.
Hubo otros intentos de emular el ejemplo de los atyreños. En setiembre de 2017 la concejal municipal de Caacupé Elva Díaz (PLRA) presentó una minuta para prohibir la colocación de propaganda electoral en sitios públicos. La ordenanza fue aprobada y en un primer momento el intendente Diego Riveros (PLRA) la aplicó –especialmente con los carteles de la ANR–, pero en poco tiempo se volvió letra muerta. En diciembre pasado sus propios adherentes, entre los que se encontraban funcionarios de la Comuna, llenaron de afiches y carteles varios sitios públicos de la ciudad y Riveros declaró que no tenía personal ni capacidad operativa para hacer cumplir la ordenanza.
Atyrá sigue siendo el reflejo de la conciencia ecológica y cívica de sus ciudadanos y el rostro bello del Paraguay que nos llena de orgullo.
desire.cabrera@abc.com.py