Quiero $ervir
Es impresionante cómo la actividad política ha venido atrayendo en los últimos tiempos, a todos por igual. Empresarios, ganaderos, artistas, futbolista, periodistas, pastores, ricos, pobres, muy pobres y desocupados. Una especie de concurso nacional “yo quiero ser político”, donde la regla es llegar, a como dé lugar. No podemos descartar que muchos de los miles “concursantes” han de buscar un espacio con la sana intención de servir, desde un cargo público. Tampoco podemos dudar que algunos de ellos terminarán su periodo intentando hacer el bien, y sin robar (¿Será?).
Pero, sin lugar a dudas, en estos tiempos la gran mayoría se inscribe y sale a pedir votos directamente para tener la oportunidad de volverse millonario, saqueando el erario público. Y aquellos que ya tienen dinero es para obtener un poco más (o mucho más) y de paso blindarse de cualquier investigación, o poder comprar la complicidad de algún magistrado que, de por ahí busca “crear problema”.
Algunos, de entrada, adquieren millonarios préstamos para tratar de conseguir un cargo público, lo que explicado en términos sencillos significa: “pueblo, dame tu voto y te voy a robar, y mucho”. Tanta es la tentación que existe de llegar a un cargo que, por ejemplo, en la Junta Departamental de Canindeyú se presentaron 16 listas (192 personas) intentando obtener uno de los 12 puestos de dicha institución. Eso sin contar los otros 192 que están en la lista de suplentes.
El discurso de todos es lo mismo. “Quiero tener la oportunidad para servir al pueblo”. En verdad, el que tiene el don de servir no necesita de cargo público para hacerlo. Vemos a diario y en cualquier rincón del país personas que sin corbata ni zapato marca inglés que se arrojan por su semejante, por su barrio o su ciudad.
En los tiempos de resarcimiento, de bonos soberanos, Itaipú, Yacyretá y el cofre público repleto todos están mucho más interesados en hacerse de una parte del botín, sin más esfuerzo que seducir a unos cientos de incautos votantes que volverán a las urnas con el mismo sueño y la esperanza de tener un país mejor.
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