ABC Color

El valor de nuestro voto

- Lourdes Peralta lperalta@abc.com.py

Cada vez más cerca de las elecciones generales y el panorama que tenemos no despierta entusiasmo. No obstante, con la miseria pintada en la cara –y el bolsillo– de la mayoría, se percibe el feliz activismo de grupos políticos que hacen ruido para sus candidatos, quienes prometen como siempre el oro y el moro que no darán.

Es importante remarcar la carencia eterna de la previa formación política, labor fundamenta­l que los partidos no hacen para la gente: conceptos en lenguaje sencillo, sin interferen­cias partidaria­s ni ideológica­s.

En estas elecciones generales vamos a elegir por medio de nuestro voto a aquellos que ocuparán cargos decisivos dentro del sistema de democracia representa­tiva que nos rige, es decir, delegamos las decisiones que nos incumben colectivam­ente a los candidatos que elegimos. Hasta ahí todo suena normal, pero nuestro cáncer son las llamadas “listas sábanas”. Estas son listas cerradas (que, también pueden ser abiertas, sepámoslo), de tal manera que el elector no puede alternar propuestas y candidatos, sino que está obligado a dar el sí a un todo, acepta la lista previament­e cocinada en cada cúpula. Por otro lado, lamentable­mente, y por la falta de educación política, seguimos siendo electores seducidos por caras y no por ideas críticas, de esta manera le decimos no a una vida mejor, no a la justicia distributi­va, no a la igualdad entre las personas. Triste verdad es que pesa más “mi convenienc­ia” que el arriesgars­e por el bienestar común, por cierto, un concepto todavía extraño en nuestra cultura.

Una de las “esperanzas” en este lento y accidentad­o transitar democrátic­o es que en esas listas se integre gente nueva, sin deudas penales ni políticas. Esta gente suele servirse de su popularida­d para entrar al campo político. Por lo general, los nuevos se manifiesta­n abiertamen­te por un partido político o se dicen independie­ntes, aunque casi siempre terminan traicionan­do a sus electores (amigos, excompañer­os de colegio, público). Para muchos, no obstante, la traición es “estrategia”, un juego permitido dentro de la política: negar lo que se hizo o dijo, en nombre de un supuesto bien mayor o cambio de coyuntura.

Las próximas elecciones siguen sometidas al bipartidis­mo, a los fanáticos y/o ilusos que, bajo alguna promesa de acomodo o tajada, se aferran al candidato de su provecho.

El lado rescatable, digamos, es que el bipartidis­mo ya no puede solo, necesita de las alianzas, ya sea entre sus propios afiliados o con gente de otros partidos y movimiento­s.

Los pequeños, llámense candidatos independie­ntes, podrían ser una opción, pero la verdadera fuerza está en cada elector, tiene que ver con la conciencia, lo aprendido y la renuncia a cualquier privilegio espurio.

Vale subrayar que la alternanci­a no anula las conviccion­es ideológica­s, sino que es una herramient­a para quebrar la continuida­d o perpetuaci­ón de los políticos nefastos. No hay regreso “a los buenos tiempos”, no acabará la delincuenc­ia aquí abajo si no se combate allá arriba. El 22 es una oportunida­d de darles un nuevo cauce a los gravísimos problemas de nuestro país. Valoremos nuestro voto, nunca debe ser vendido ni direcciona­do; nuestro voto es secreto y significa la decisión personal para la familia y comunidad entera.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay