No ceja tensión sobre Siria entre aliados y detractores
NACIONES UNIDAS (AFP). Estados Unidos, Francia y el Reino Unido mantuvieron ayer en la ONU la presión sobre Siria por el alegado uso de armas químicas, mientras Rusia, aliado sirio, habla de un “montaje” británico, en medio de un agravamiento de tensiones.
En un ambiente cargado de amenazas por una acción armada de países occidentales y árabes en Siria, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, formuló un llamado a todas las partes involucradas a actuar “con responsabilidad” para evitar que se agrave un conflicto ya catastrófico.
Guterres dijo que era imperioso evitar una “escalada militar total” en Siria, situación que atribuyó en parte a la “incapacidad de encontrar un compromiso para establecer un mecanismo de investigación” sobre lo ocurrido el pasado sábado en la ciudad siria de Duma.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, reiteró que el gobierno de Donald Trump “aún no ha tomado una decisión” sobre las acciones a aplicar.
La portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, aseguró que Estados Unidos posee la “prueba” de que efectivamente hubo un ataque químico en Duma, y que el gobierno sirio es responsable.
Poco antes del inicio de esta crítica reunión del Consejo de Seguridad, en Moscú el portavoz del ejército ruso, Igor Konashenkov, dijo en conferencia de prensa que lo ocurrido en Duma fue una “puesta en escena”.
De acuerdo con Konashenkov, el Ejército dispone de “pruebas que muestran la participación directa del Reino Unido”.
Según esa versión, el Reino Unido había presionado a un grupo de socorristas conocido como Cascos Blancos “para escenificar esta provocación preparada de antemano”.