Crónica de una destrucción anunciada
Como pobladora de Laguna Grande Fernando de la Mora fue un evento importante para la vida de mi comunidad la inauguración de la Avda. Laguna Grande, ya que marcó la posibilidad de acceder a muchos lugares en mucho menos tiempo; fue grato ver paso por paso el trabajo realizado por la empresa constructora que procedió al entubamiento de la laguna y entregó la obra en tiempo. Este hecho, si bien era su obligación, es digno de destacar ante los sufrimientos que hasta hoy nos acarrea la obra metrobús.
Por las características de la obra Laguna Grande, la cual se realizó en terreno acuoso, solo pueden transitar camiones de hasta 10 toneladas, esta regla se encuentra señalizada a lo largo de todo su trayecto. Sin embargo, soy testigo de cómo camiones de gran porte que sobrepasan lejos dicho pesaje comienzan a transitar en horas de la noche y madrugada ante la vista gorda de las autoridades encargadas de controlar el cumplimiento de la norma.
Y me pregunto si cuando la avenida Laguna Grande empiece su deterioro por falta de cumplimiento de esta normativa de pesaje, ¿volveremos los fernandinos a estar aislados y sin posibilidad de transitar? Esperamos añares la construcción de esta avenida, sin embargo las empresas de poder económico vienen a destruir con total ilegalidad un bien tan preciado para la comunidad.
Pero, como ciudadanos y ante estas nuevas elecciones no podemos desfallecer en nuestro esfuerzo por hacer cumplir la ley, denunciando los ilícitos y expresándonos así como lo estoy haciendo. Así pido a todos los paraguayos, y fernandinos en particular, ante esta nueva configuración de autoridades electas, no nos cansemos nunca de seguir en nuestro intento de lograr un país más justo para todos los paraguayos.