Gobierno sirio busca sacar a EI de periferia de la capital
Al menos 30 combatientes murieron en enfrentamientos entre fuerzas del régimen sirio y yihadistas del grupo estado Islámico (EI), que han intensificado la violencia desde hace cinco días en el sur de Damasco, en la guerra civil siria que lleva 7 años en p
BEIRUT (AFP, EFE). Las fuerzas de Bashar al Assad han bombardeado desde hace varios días el campamento palestino de Yarmuk y barrios vecinos controlados en su mayoría por el EI en la periferia sur de la capital.
Desde el jueves, 15 combatientes a favor del régimen y 19 yihadistas murieron en los enfrentamientos, según informó la organización no gubernamental Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Al menos 12 civiles, entre ellos mujeres y niños, han muerto en la última semana, agregó la misma ONG.
“Las fuerzas del régimen continúan bombardeando los sectores sur de la capital con ataques aéreos, disparos de artillería y cohetes”, declaró a la AFP el director de OSDH, Rami Abdel Rahmane.
Después de que el régimen sirio anunciara la reconquista total de los territorios rebeldes en Guta Oriental, a las puertas de la capital, los nuevos blancos son los focos de resistencia en el sur de Damasco.
Se trata de zonas que en su mayoría están controladas por el EI desde 2015.
Cifras terribles
Antes que empezara el conflicto sirio en 2011, Yarmuk albergaba unas 160.000 personas, incluidos sirios. Hoy solo viven allí algunos miles de personas.
La guerra en Siria comenzó en marzo de 2011 con la represión de las manifestaciones prodemocracia, y fue volviéndose más compleja con el paso del tiempo, a medida que entraron nuevos actores.
En siete años ha dejado más de 350.000 muertos, según el OSDH y entre las víctimas figuran 106.390 civiles, entre ellas 19.811 niños.
Al menos 2,8 millones de menores no han sido escolarizados en los siete años de conflicto en Siria, según los datos publicados ayer por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Unicef destacó que desde 2011 algunos menores no han ido nunca al colegio, mientras que otros han suspendido su educación todo este tiempo, con lo que va a ser “extremadamente difícil” que se pongan al día cuando puedan regresar a las aulas.
La nota subrayó que ir a clase puede ser “cuestión de vida o muerte” debido a la violencia.
Una de cada tres escuelas en Siria ha quedado completamente fuera de funcionamiento por haber sido destruidas, dañadas o usadas con propósitos militares o para acoger a familias de desplazados.
El 40 % de los menores sin escolarizar tienen entre 15 y 17 años, con lo que sufren el riesgo de ser reclutados para combatir.