¿Bienestar de ambos pueblos?
“Su origen es único, pues fue la solución a una complicada situación..., pues en vez de profundizar las diferencias se levantó un monumento de hierro y cemento para propiciar el progreso de los dos países... El conflicto se transformó en una obra monumental..., plasmada en la armónica cooperación..., unidos por la voluntad de propiciar el desarrollo y bienestar de ambos pueblos”, se lee en el párrafo inicial del texto recordatorio del 45 aniversario del Tratado que las autoridades paraguayas de Itaipú subieron ayer a su portal.
La apología admite empero, de paso, que “como ocurre con los acuerdos que marcan un antes y un después, fue cuestionado por algunos sectores”.
...Pero el énfasis se sustenta en su condición de “generadora de récords”.
Consignan además que “la empresa pagó cerca de USD 10.000 millones al Paraguay en concepto de royalties, cesión de energía y utilidad por capital”, como si Itaipú fuese realmente un ente supranacional, muy generoso con el Paraguay.
La pretendida compensación, un sustantivo semánticamente mutante en Itaipú, no es pagada por Itaipú, sino, por el consumidor brasileño.
Debe aclararse también, que por este concepto, que es el que realmente importa al Paraguay, hasta 2016, según el especialista norteamericano Miguel Carter, nuestro país recibió a través de Itaipú sólo US$ 4,3 mil millones y que por la cantidad de energía por la que hicieron ese pago, si se cotizaba en otros mercados del Brasil, hubiera merecido montos que oscilan entre US$ 36,9 mil millones y 103,3 mil millones.
Ramón Casco Carreras