Esposas de aduaneros que también hacen “magia”
Diana Raquel Benítez, esposa del jefe aduanero de Pirayú, Francisco Medina, sin registros laborales, es presidenta de una sociedad anónima de G. 2.000 millones. Por su parte, Beatriz Sapper, cónyuge del aduanero Carlos Osorio, es una próspera empresaria d
Diana Raquel Benítez es presidenta de Fat Representaciones, una sociedad anónima integrada con G. 2.000 millones en el año 2013 junto a su esposo, el aduanero oriundo de Pirayú, Francisco Daniel Medina Giménez.
La mujer no tiene registros laborales, proviene de una familia humilde y en los años que iban consolidando semejante inversión citada, el sueldo de Medina era de G. 4,3 millones. Actualmente, su salario es G. 11,3 millones como subadministrador en Puerto Empedril.
La pareja instauró un importante holding empresarial en Pirayú, que incluye una gigantesca casa de electrodomésticos, de prendas y el ya reconocido Restaurante Eduvigis, símbolo del turismo local. Se desplazan en vehículos de alta gama y viven en lujosa casa.
El aduanero va prácticamente por deporte a trabajar a Aduanas, ya que según había dicho, su negocio anualmente tiene un movimiento comercial de unos G. 4.000 millones. La prosperidad del funcionario se hizo extensiva a su madre Antonia Giménez, una conocida chipera de Pirayú, que también se volvió empresaria, adjudicándose un balneario valuado en G. 800 millones en los últimos años.
Beatriz Sapper, esposa del jefe de valoración en Ciudad del Este Carlos Osorio Meza, se convirtió en empresaria del transporte e inauguró un edificio en Ciudad del Este. La pareja vive en una lujosa residencia en Asunción.
Mientras el sueldo de su esposo era de G. 3 millones en Aduanas, la mujer emprendía la construcción de su edificio e iba incrementando su flota de tractocamiones. Osorio no había explicado los milagros de su cónyuge y ofuscado llegó a decir: “puede seguir investigando, puede hacer todo lo que quiera”.
Hoy, el sueldo de Osorio es G. 9,3 millones.