Sentar a la derecha de Dios
Mc 16,15-20
Nuestro Credo sostiene con firmeza que Jesús “subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios”, indicando que el Señor volvió a su trono de gloria una vez terminada la misión que el Padre le encomendara.
Hoy celebramos la solemnidad de la Ascensión, juntamente con la “Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales“, cuyo tema propuesto por el Papa en 2018 es: “La verdad os hará libres» (Jn 8, 32). Fake news (falsas noticias) y periodismo de paz”.
El Evangelio enseña que Jesús resucitado dio las últimas orientaciones a sus discípulos y fue llevado al cielo, con la promesa de algún día volverá, revestido de la misma grandeza.
¿Y nosotros? Nosotros nos quedamos en este mundo, y a veces, decimos “este valle de lágrimas, donde estamos suspirando, gimiendo y llorando”: en parte, eso es cierto.
Sin embargo, es más importante tomar conciencia de que debemos continuar la hermosa obra de Jesucristo.
La tarea que el Señor nos deja, digamos, es hacer que todos “se sienten a la derecha de Dios”, en otras palabras, que nadie esté lejos de Él, hundido en el chiquero del pecado y del vyrorei.
Y para tanto, Jesús ordena a sus amigos más fervientes que vayan por el mundo, que tengan el coraje de desinstalarse, de abandonar las seguridades humanas para anunciar la Buena Noticia de su vida y de sus palabras.
Que ayuden a los demás a tener una fe transformadora de realidades, que no esté reducida a la participación más o menos mecánica de algunos rituales, pero que alcance las fibras más íntimas de uno mismo y las ilumine con el heroísmo de las bienaventuranzas.
El trabajo no es fácil, ni tampoco rápido, porque sus enviados van a encontrar gente muy apegada al dinero y, lo que es peor, a su propia imagen y a su ego mal educado. Estos les van a hostilizar, pero el Señor está cerca para protegerlos de las flechas venenosas.
Un cuidado necesario para “sentarse a la derecha de Dios” desde hoy, es usufructuar con sentido crítico de los medios masivos de comunicación, especialmente la televisión e internet, para no perder tiempo y sabiduría.
La Ascensión de Cristo es el comienzo de nuestra ascensión, es ya nuestra victoria, y María fue la primera criatura a entrar en la gloria de cuerpo y alma, lo que es un mensaje de esperanza para todos.
Asimismo, hoy iniciamos la Semana de Oración por la unidad de los cristianos católicos con los cristianos no católicos: rece usted también.
Paz y bien. hnojoemar@gmail.com