Cuestión de fe
El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) aprobó la introducción a nuestro país, incluso adquirió una primera partida, del fármaco biosimilar para tratar el cáncer de mamas y otros, el Bevacizumab. Existe resistencia de los oncólogos a utilizarlo, basados en un posicionamiento científico, aunque amenaza de sumario de por medio, deberán recetar su uso en hospitales públicos, como el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), principal centro de referencia para el tratamiento de la enfermedad.
Expertos explican que los biosimilares son medicamentos que contienen una sustancia activa derivada o formada por un organismo vivo, muy parecido a un fármaco biológico existente aprobado que es el original o conocido como innovador. Se pueden comercializar cuando el fármaco original pierde la exclusividad, tras 10 años de estar en el mercado.
La tendencia mundial es utilizar los biosimilares, en especial en países en vías de desarrollo, porque permiten mayor accesibilidad al tratamiento de enfermedades como el cáncer, que resultan bastantes onerosos. Sin embargo, son de vital importancia los ensayos clínicos con la droga, que aseguren su calidad, eficacia y seguridad, tanto para el paciente como para el médico tratante.
Además, se espera que el resultado de tales ensayos se publique en una revista científica. Y para mayor seguridad que estén aprobados por referentes internacionales de regulación de medicamentos como la FDA, del gobierno de los Estados Unidos, y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Acá lo llamativo fue la celeridad con que se aprobó la introducción de la droga a nuestro país, sólo teniendo la aprobación de Argentina.
El MSP asegura que se cuenta con los ensayos clínicos, pero estos no fueron divulgados ni tan siquiera exhibidos a representantes de la Sociedad Paraguaya de Oncología, para dar tranquilidad a los profesionales que tienen en sus manos la vida de personas. Ante este escenario, se concluye que el ámbito pasa a una cuestión de fe, creer a ciegas y rezar, para que el efecto farmacológico de los biosimilares sea igual al original.
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