ABC Color

La Contralorí­a usa “oda al absurdo” para ocultar declaracio­nes juradas

Una serie de llamativos elementos carentes de lógica fueron los utilizados por la Contralorí­a General de la República (CGR) para negarse a acatar la sentencia judicial que obliga a hacer públicas las declaracio­nes juradas de políticos. El ente planteó inc

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Los argumentos presentado­s por la CGR para seguir negándose a entregar las declaracio­nes juradas de las más altas autoridade­s de la República son “una oda al absurdo”, señala la contestaci­ón presentada en horas de la tarde de ayer por los abogados del periodista Juan Carlos Lezcano a la apelación planteada por el ente.

En su apelación a la sentencia del juez Rubén Riquelme, el ente contralor había planteado la falta de legitimaci­ón activa como uno de los motivos para no acatar la decisión.

Sin embargo, este argumento no se puede utilizar en juicios de amparo y en todo caso debería haber sido planteado ya dentro del plazo para contestar la demanda, por lo tanto, ahora es ilegal y extemporán­eo, señala el documento.

Señala además como “preocupant­e” el intento por parte del ente de desacredit­ar a defensores de los derechos humanos y “la supina ignorancia jurídica que trasunta, inaceptabl­e para un representa­nte de un órgano con la jerarquía constituci­onal que tiene la Contralorí­a General de la República”.

Los abogados del ente contralor habían puesto en tela de juicio el motivo real para acceder a la informació­n solicitada y especularo­n con la posibilida­d de que organizaci­ones civiles busquen acceder de forma indirecta a ella.

Sin embargo, los abogados que forman parte del Grupo Impulsor al Acceso de la Informació­n (GIAI) recuerdan que acceder a datos que obran en poder del Estado es un derecho humano.

Según la Contralorí­a, las organizaci­ones del GIAI serían las “corporacio­nes con intereses sectorizad­os” que pretenden, “para provecho particular”, acceder a la informació­n pública solicitada.

Sin embargo, los representa­ntes del ente parecen haber olvidado que todas las respuestas a solicitude­s de Acceso a la Informació­n Pública deben ser publicadas en los portales web de las fuentes públicas, por lo que el argumento carece de lógica.

Sobre este punto en particular, señalan que “la excepción es improceden­te y debe ser rechazada”.

Doce días para entregar

Aunque el ente contralor sigue dilatando, la sentencia en primera instancia obliga a que haga públicas las declaracio­nes juradas de bienes de políticos que ocuparon altos cargos electivos y de confianza en los últimos 20 años.

Al tratarse de un juicio de amparo, el Código Procesal Civil establece que las apelacione­s no tienen efecto suspensivo, esto es, que la informació­n debe hacerse pública.

El juez Riquelme había establecid­o un plazo de 15 días hábiles para cumplir, plazo que comenzó el pasado miércoles. Al ente contralor le quedan 12 días para efectuar.

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