Ingeniería industrial UNA con acreditación postergada
La Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (Fiuna), sede San Lorenzo, sometió la carrera de Ingeniería Industrial al proceso de evaluación que realiza la Agencia Nacional de Evaluación y Acreditación de la Educación Superior (Aneaes). Este ente postergó la acreditación y las autoridades tienen un plazo de 9 meses para realizar un exhaustivo plan de mejoras en el campo académico y práctico en ese lapso.
La Aneaes evalúa la calidad académica que ofrecen las universidades. La certificación de una carrera dura 5 años. La rama industrial de Fiuna se había sometido al proceso de evaluación por última vez en el año 2012. Esta vez, quisieron renovar la certificación, pero no les fue posible. Ingeniería UNA lanza al mercado menos de 200 ingenieros al año, mientras que para el desarrollo que pretende el país se necesitan, al menos, 1.000 profesionales al año.
En el 2015, incluso el presidente Horacio Cartes planteó contratar 100 ingenieros españoles para trabajar en empresas privadas vinculadas al Ministerio de Obras Públicas, por la escasez local de dichos profesionales.
La Fiuna conmemoró el pasado 10 de marzo sus 92 años de vida como institución formadora de profesionales. Esta institución cuenta con 7 carreras de grado que son: Ingeniería Civil, Ingeniería Industrial, Ingeniería Electromecánica, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Geográfica y Ambiental, Ingeniería Mecánica e Ingeniería Mecatrónica.
El retroceso en el que se encuentran carreras muy importantes en la Universidad Nacional de Asunción (UNA), formadora de cientos de profesionales muy requeridos en nuestro país, es preocupante. Habitualmente uno escucha en los discursos políticos que se apunta a “industrializar” el país. Sin embargo, la carrera de donde egresa la mayor cantidad de profesionales no está certificada.
Las grandes facultades de la UNA están “tambaleando”. Hoy tienen también a la centenaria Facultad de Derecho sin acreditación, además de la Facultad de Veterinaria, que perdió su certificación internacional Arcu-Sur, tras el brote de brucelosis en la granja de práctica estudiantil.