Comercio de 43 años cerró por el metrobús
Tras las importantes pérdidas ocasionadas por las obras del metrobús, el centro comercial “Feria el 11” de Fndo. de la Mora tuvo que cerrar sus puertas luego de 43 años de luchas y éxitos.
Recientemente, Ángel Rojas, propietario de uno de los comercios más conocidos de la ciudad, presenció con tristeza el momento en que desmantelaban el cartel de su local. Las ventas se redujeron a solo un 30%, por lo que finalmente y en contra de su voluntad decidió mudarse a Itá.
Con la desazón reflejada en su rostro, mientras bajaban el cartel de su negocio, que ya se había hecho popular en esa zona sobre la ruta 2, Rojas manifestó que empezó a tener pérdidas en su local desde el inicio mismo de las obras, el año pasado, pero aun así no quería abandonar el lugar.
“Mi familia ya quería salir, pero por la añoranza no me quería ir. Es toda una vida en este lugar. Pasamos por tantas cosas y salimos adelante, por eso duele que ahora por algo como esto me tenga que ir. Aguanté hasta el último momento, pero llegó un tiempo en que se ensuciaban las mercaderías y llegamos a un 30% de ventas nada más”, relató Rojas. “Sinceramente, me encapriché por esto, pero ahora me doy cuenta de que ya no vale la pena. Ahora mudo todo a Itá. Siempre fuimos trabajadores y vamos a seguir trabajando”, añadió.
Comentó que se trata de un negocio de mercería, ropería y artículos para confeccionistas, y que por los años que llevan en el ramo son muy conocidos en Fernando de la Mora. “Empezamos este negocio en 1975 con mi señora, cuando ella tenía 17 años y yo 23, en Mcal. Estigarribia y Ángel Torres. Soy de Villarrica y vivo en Fernando de la Mora desde los 15 años. Tengo un cariño enorme por esta zona”, señaló.
Contó que los encargados de Mota Engil y el MOPC se acercaron a él y le dijeron que lo iban a indemnizar por todos los daños, pero finalmente anunciaron que se iban a hacer cargo solo del toldo que tenía enfrente. “Dijeron que nos iban a pagar en 45 días, pero ya pasaron cuatro meses de esa firma y nada pasó”, indicó. “Son muchos los negocios que ya abandonaron la zona. Cuando miramos el área ahora, parece que hubo un terremoto. Estoy triste pero hay que tener fe en Dios y seguir adelante. Tuve muchas dificultades y salí adelante. No estamos en contra de la modernidad, pero creo que no es normal el tiempo que les lleva terminar esta obra”, apuntó.