Corrupción y pederastia hunden a Iglesia chilena
A los graves casos de abuso sexual y encubrimiento por parte de la jerarquía eclesial se suman ahora las denuncias por corrupción en la Iglesia católica de Chile. Trece sacerdotes fueron acusados de integrar una red de pederastas, mientras que el canciller del Arzobispado de Santiago confesó su delito.
SANTIAGO (AFP). La Iglesia chilena investiga a 13 sacerdotes de la región por faltas al celibato y gastos irregulares de fondos parroquiales, tras haber sido suspendidos por su implicación en un escándalo por delitos sexuales.
Los 13 curas fueron acusados de ser parte de una red delictiva denominada “La Familia” en la que tenían relaciones sexuales y realizaban onerosos gastos para fines personales, según un reportaje realizado por Canal 13 que destapó este escándalo y que llevó al obispo de Rancagua, Alejandro Goic, a suspender a estos sacerdotes y al diácono de la localidad de Las Cabras.
La Fiscalía abrió una investigación “por eventuales delitos sexuales contra menores” en base a las denuncias en el reportaje que hizo Elisa Fernández, excoordinadora de la pastoral juvenil de esta ciudad, sobre las prácticas sexuales que supuestamente realizaban los curas desde hace una década.
Goic dijo desconocer los hechos y admitió que fue “poco cuidadoso” al no haber sido capaz de detectarlos.
Canciller
Una nueva denuncia de abuso en contra de un sacerdote fue confirmada por el Arzobispado chileno.
A través de un comunicado, el Arzobispado de Santiago informó que en enero pasado el presbítero Óscar Muñoz Toledo, de 56 años, “se autodenunció por abuso”, sin especificar su tipo. Muñoz ejercía el cargo de Canciller de la Curia y párroco.
El diario chileno La Tercera explica que el cargo de “canciller” es relevante dentro de la administración del Arzobispado de Santiago, donde Muñoz prestaba asesoría directa al arzobispo Ricardo Ezzati.
Renuncia
Los casos profundizan la crisis de la Iglesia en el país sudamericano y se conocen poco después de la reunión del Papa Francisco este mes con los obispos, a los que acusó de “grave negligencia” al investigar denuncias de abusos sexuales contra menores.
El Pontífice aún no decide si aceptará alguna o todas las renuncias que presentaron los 34 obispos en su encuentro, un hecho inédito en la iglesia.
Estos escándalos han devastado la credibilidad de la Iglesia en un país mayormente católico.
También ha dañado la imagen del propio Papa por defender enérgicamente a un obispo acusado de encubrir abusos, aunque luego cambió de opinión.
El caso Fernando Karadima detonó el escándalo en la iglesia chilena. A cargo de la exclusiva iglesia de El Bosque, en Santiago, Karadima abusó de varios jóvenes que acudían a él en busca de orientación. Pero luego de muchos años el Vaticano lo condenó en 2011 a “retirarse a una vida de oración y penitencia”, por el delito de “abuso de menor”, aunque logró librarse de la justicia chilena, que archivó el caso al considerarlo prescrito.