Capacitar es la clave
La crisis en los servicios de Salud Pública en el departamento de Alto Paraguay en gran medida se debe al escaso recurso que el Estado destina a la zona. Los locales asistenciales se caracterizan por la precariedad en materia de infraestructura, equipamiento y recursos humanos.
La falta de médicos especialistas y principalmente capacitados y actualizados es alarmante. Algunos ni recetas de medicamentos saben hacer.
En los hospitales de la región trabajan 22 médicos, según el registro del Ministerio de Salud Pública, de los cuales el 98% carece de especialidad, y lo peor es que no se capacitan.
El propio Ministerio de Salud debería brindar la oportunidad de capacitación, generando las herramientas necesarias para que el personal médico pueda actualizarse de manera permanente. De manera rotativa y organizándose en grupos, pueden asistir a cursos, lo que con seguridad redundará en beneficio de los pacientes y de los propios galenos que además de optimizar sus conocimien- tos tendrán más posibilidad de mejorar sus condiciones salariales.
Muchos de los médicos asignados a las lejanas comunidades del Alto Chaco hacen sacrificios increíbles para atender a los pacientes. Eso lo reconocen los pacientes que son conscientes de la realidad de los servicios de Salud Pública en la región.
En varias ocasiones escuchamos decir a las personas que acuden a consultar en el hospital de Olimpo que regresara otro día porque no confía en el médico que está de guardia. Para muchos profesionales del área es un trato injusto, pero se entiende porque perdieron confianza por tantos hechos lamentables que derivaron de la precaria atención.
Permitir que los médicos reciban capacitación en los hospitales de gran complejidad, como Clínicas, el Nacional de Itauguá, Acosta Ñu o Emergencias Médicas podría ayudar a salvar vidas en Alto Paraguay.
La solución no está en cambiar médicos, sino de procurar fortalecer el equipo humano que se tiene mediante capacitación adecuada para la labor humanitaria que cumplen.