Alianzas para asegurar espacios
Osmar Gómez R.
Faltando dos semanas para que asuma el nuevo Congreso; lentamente los partidos de oposición se van acomodando para hacerse fuertes en la Cámara de Senadores. El alto nivel de fragmentación sumado a la falta de mayorías firmes potencia las alianzas como herramienta fundamental para mantener espacios y pensar en un crecimiento en el mediano plazo.
La temprana ruptura en la ANR generada con la no aceptación de la renuncia del Presidente de la República para asumir como senador electo abrió un ancho sendero a los opositores. Si saben capitalizar con inteligencia la fragmentación colorada habrán dado un enorme paso de cara a mejores logros en el futuro.
Sin embargo, las primeras señales no parecen muy alentadoras. El PLRA, el principal partido de oposición y el segundo con mayor cantidad de bancas después de los colorados, no da muestras de haber superado sus diferencias internas. El unilateral anuncio de Víctor Ríos como candidato del efrainismo a la presidencia de la Cámara de Senadores despertó de inmediato enojos en el frente llanista. Un disgusto que parece caer bien.
Lejos de buscar un acercamiento los movimientos afines al efrainismo empezaron el proceso para imponer a Ríos como candidato e intentar forzar a los llanistas para alinearse detrás de la candidatura. Emisarios de Efraín Alegre empezaron a conversar con los senadores del Frente Guasu buscando cerrar acuerdos que permitan sumar votos su candidato.
La oportuna y conveniente declaración de Fernando Lugo a finales de semana respaldando una candidatura liberal para la presidencia del Senado casi al mismo tiempo que el efrainismo anunciaba su nominación no fue casualidad. El Frente Guasu y parte del PLRA que responden a Efraín Alegre pueden conformar una mayoría que por ahora no tiene los votos para tomar la presidencia, pero sí es suficiente para impedir que otros sectores lleguen.
Es prácticamente un hecho que el partido de Rafael Filizzola y su esposa, el PDP, termine alineado al grupo. Eso les permitirá asegurar sus espacios y con apenas dos bancas consolidar su posición en la Cámara.
Con ese frente armado y la posibilidad de atraer a otros sectores minoritarios; la división en el PLRA tendrá un peso atenuado. Permitirá a Alegre mantener su liderazgo aun sin controlar el partido. Y aún más importante, neutralizará el impacto del llanismo en la Cámara de Senadores.
Sin embargo, la fragilidad de los acuerdos sumada al alto nivel de fragmentación, hay ocho bancas en la futura Cámara de Senadores, hace que nada sea seguro. Un error mínimo o conversaciones de ultimo momento podrían todavía recomponer alianzas.
La asunción del presidente Horacio Cartes como senador electo parece ir camino al olvido. Todavía quedan dos semanas para buscar alguna salida; pero Mario Abdo prefiere que las cosas se mantengan como están. Entiende que es válido comprar una crisis si el objetivo es dejar de lado a Cartes. Está por verse si eso es correcto, la elección de la mesa directiva de la Cámara de Senadores y los primeros meses del nuevo gobierno permitirán tener una mejor evaluación; pero por ahora parece ser un camino bastante riesgoso para la futura administración.
Quedan dos semanas antes de que asuman los parlamentarios del próximo periodo constitucional. Los días que vienen serán intensos para los diferentes grupos con representación parlamentaria; pero también para el próximo gobierno. Parte del futuro político y del diseño de fuerzas en el corto plazo estará el juego.
Habrá que ver si finalmente el PLRA logra neutralizar su interna para quedarse con la mesa directiva de la Cámara de Senadores. Por ahora la fractura interna sigue siendo un factor importante, pero la crisis dentro de la ANR juega a su favor.