Grandes intereses
El conflicto en la colonia Guahory del distrito de Tembiaporã es un problema de nunca acabar y, en ocasiones, las tensiones llegan a puntos críticos entre los principales habitantes que son los colonos descendientes de brasileños y los labriegos autodenominados sin tierra.
Las tierras de esta colonia son muy codiciadas porque están regadas por el Lago Yguazú y son fértiles incluso en las peores sequías que pueda llegar a sufrir el país. El precio de los inmuebles ronda los US$ 20.000 por hectárea.
El conflicto tiene siempre este trasfondo: el valor de la tierra de la zona. Lastimosamente detrás de la pelea están autoridades nacionales y locales como también importantes representantes de la Iglesia Católica que pugnan para quedarse con una parte de los grandes intereses que representan los predios en litigio.
En épocas electorales, los políticos que buscaban un cargo de poder se pulseaban por visitar la zona “para escuchar a las partes y buscar una solución al conflicto”. Sin embargo, luego de las elecciones la zona prácticamente pasó al olvido, mientras que el problema persiste.
Cabe recordar que en setiembre de 2016 se realizó un megadesalojo en la zona, con más de 1.000 policías y un helicóptero para acompañar el operativo. Los labriegos fueron sacados, pero no pasó mucho tiempo para que volvieran ocupar las más de 1.000 hectáreas en disputa reactivándose la pelea entre los colonos y los “sintierras”.
Los enfrentamientos nunca cesaron e incluso era constante escuchar denuncias sobre la quema de cultivos, disparo a maquinaria agrícola y agresiones.
El movimiento de unos 500 uniformados el miércoles último para el resguardo de los colonos que intentaban comenzar con la siembra de sésamo, trigo y otros fue una clara muestra de que el conflicto parece nunca acabar.
Policías y ocupantes estuvieron frente a frente y solo faltó una chispa para que se desate una verdadera guerra campal entre ambos bandos, por fortuna dicha situación no se dio.
Es hora que el Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) y otras instituciones estatales tomen cartas en el asunto para una solución definitiva. Se debe terminar con esta pelea de grandes intereses que bien podría derivar en un tiempo no muy lejano en enfrentamientos con víctimas que lamentar.
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