Se resisten a desalojar las plazas céntricas
Varias familias damnificadas se resisten a abandonar las plazas ubicadas frente al Congreso. Fueron emplazadas por la Municipalidad de Asunción a desocupar el espacio público este mes ante la cercanía de la fecha prevista para la asunción del nuevo gobier
Las plazas ubicadas frente al Cabildo y el Congreso Nacional continúan bajo dominio de varias familias damnificadas, que se resisten a abandonar, pese a que el nivel del río Paraguay ya casi se normalizó.
Además, la Dirección de Meteorología informó a principios de este mes que “el fenómeno La Niña se encuentra en etapa neutral”.
Las cuatro plazas están en deplorables condiciones, llenas de basura, aguas servidas y efluentes cloacales. La que se encuentra hacia la Catedral está ocupada por los damnificados, que inclusive trajeron sus cerdos y pollos, junto con sus perros y gatos.
La otra plaza ubicada frente al Congreso invadieron los indígenas casi al mismo tiempo que los damnificados, en enero último.
Consultamos al intendente Mario Ferreiro, a través de la oficina de prensa de la Comuna sobre la ocupación de las plazas y la proximidad de la fecha de asunción del nuevo gobierno, pero no obtuvimos respuesta.
No obstante, Virginia Palacios, funcionaria de la Municipalidad, que ayer a la mañana estaba recorriendo las plazas, comentó a nuestro diario que “la Comuna emplazó a las familias para abandonar las plazas este fin de mes, porque queda poco tiempo para limpiar y poner en condiciones nuevamente para el 15 de agosto”, aniversario de la fundación de Asunción y el juramento del presidente electo Mario Abdo Benítez.
En principio, unas 78 familias se instalaron en las plazas, pero ahora son mucho menos, dijo Palacios, sin precisar la cantidad exacta.
Varios funcionarios de la Municipalidad desmantelaban ayer las casillas deshabitadas. Los materiales (postes, maderas terciadas y zing) trasladaron en un camión tumba y otro más pequeño hasta el Cuartel de la Policía Municipal de Tránsito (PMT).
Irma Coronel, una de las damnificadas, aseguró que esta semana regresará a su vieja vivienda, al igual que Cipriana Cano, quien se quejó de que el Gobierno otorga casas a la gente de la Chacarita alta, cuyas casas nunca son afectadas por el agua.
“Los que vivimos cerca del club 3 de Febrero somos los que necesitamos ayuda, porque nos quedamos encajonados por culpa de la Costanera y cada vez que llueve nos inundamos ”, expresó.