Marcó la vida de muchos

VILLARRICA (Carlos Ávalos, corresponsal). Recuerdan a Chiquitunga como una mujer con rasgos de santa en su época de maestra de catequesis. Una ahijada y una exalumna inmortalizaron sus vivencias al lado de la próxima beata.

Doña Blanca Garcete Guggiari, más conocida como “Ña Ninón”, ahijada de Chiquitunga, recordó los momentos que pasó junto a su madrina en ese entonces, María Felicia Guggiari Echeverría, indicando que fueron los días más especiales de su vida. “Siempre tuvo esa vida de santidad, dedicando todo su tiempo a servir a los más humildes, adoraba a los niños, los arropaba y daba mucho cariño, otras veces hasta se sacaba lo que tenía puesto para regalar a otra persona que más necesitaba”, contó.

Añadió que a sus 9 años fue su alumna de catequesis, donde siempre les inculcó a sus estudiantes el amor a Jesús. Además, comentó cómo fue para que María Felicia se convirtiera en su madrina. “Rogué a mis padres que le pidan ser mi madrina en mi bautismo y lo aceptó con mucha alegría”, indicó, recordando que siempre vestía su guardapolvo blanco y cabello con trenzas con cintas color rosa y celeste con una sonrisa radiante muy característica de ella.

Doña Blanca suspiró diciendo que la última vez que compartió con su madrina fue cuando llegó hasta su casa para despedirse porque iba ingresar al Carmelo en Asunción.

Por otra parte, María Manuela Barbúdez, Madre Abadesa del Monasterio Mater Ecclesiae de Monjas Clarisas, ubicada en Villarrica, comentó que en su niñez fue alumna de catequesis de Chiquitunga. Recordó los momentos en que los días sábados por la tarde asistía a las clases de catequesis en la catedral “Espíritu Santo”.

Valoró sus enseñanzas, amabilidad, entrega y el cariño que les brindaba sin diferencias. Trataba a todos por igual con un solo objetivo, “llevar a todos con Cristo”. “Fue lo que más marcó mi infancia”, reveló.