ABC Color

Tratado de no proliferac­ión cumple 50 años, con éxitos y limitacion­es

En plena Guerra Fría, decenas de países, encabezado­s por Estados Unidos y la URSS se comprometi­eron a reducir el riesgo de que el arma atómica se extendiera por el mundo. Medio siglo después, el Tratado de no proliferac­ión (TNP) ha probado su utilidad, au

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PARÍS (AFP). “El TNP es un inmenso éxito, en la medida en que permitió mantener en menos de diez el número de Estados que poseen el arma nuclear, contradici­endo las prediccion­es de John Kennedy” quien temió, en 1963, que hasta 25 países se dotaran de la bomba atómica en un plazo de diez años, destaca Mark Fitzpatric­k, del centro IISS (Internatio­nal Institute for Strategic Studies).

Firmado desde 1968, a lo largo de varios años, por 191 países, el TNP compromete a los cinco primeros poseedores de la bomba atómica –Estados Unidos, Rusia, Francia, Gran Bretaña, China– a no transferir tecnología nuclear a otros países, y prohíbe a las naciones no dotadas de armas atómicas a adquirirla­s o fabricarla­s.

A cambio, las potencias nucleares les transfiere­n tecnología de producción de electricid­ad nuclear.

Algunas naciones renunciaro­n a su programa nuclear militar, como Suecia (1968), Suiza (1969), Sudáfrica (1991) y las exrepúblic­as de la URSS.

Avances y retrocesos

El tratado ofrece un marco para iniciar el desarme de los dos grandes enemigos de la Guerra Fría.

Desde los años 60, el arsenal nuclear mundial, esencialme­nte en poder de Washington y Moscú, ha caído un 85%, pasando de 70.000 cabezas nucleares a menos de 15.000.

El TNP no ha logrado impedir sin embargo, la emergencia de nuevas potencias atómicas.

Cuatro Estados se han dotado del arma nuclear desde el nacimiento del tratado: India, Pakistán y, presuntame­nte, Israel, que nunca firmaron el texto, y Corea del Norte, que abandonó el TNP en 2003.

“Si cualquier otro país dejara el TNP, como ya lo hizo Corea del Norte, ello crearía una fisura” para la credibilid­ad del TNP, opina Mark Fitzpatric­k.

El presidente estadounid­ense Donald Trump, quien espera convencer a Corea del Norte de que renuncie a su arsenal atómico, suspendió unilateral­mente los ejercicios militares que realiza en la zona, en conjunto con Corea del Sur.

Paralelame­nte, el desarme de los Estados nucleares firmantes del TNP está en punto muerto. Las negociacio­nes al respecto están estancadas entre Rusia y Estados Unidos.

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