“Arroyos” de cloacas y pozos copan avenida Santa Teresa
La avenida Santa Teresa se encuentra en estado deplorable en el límite entre Fernando de la Mora y Asunción. Pozos, “arroyos” de cloacas y lomos de burro malhechos son los que deben sortear los conductores. Autoridades no llegan a acuerdo de quién es el r
Entre Madame Lynch y Mariscal López, la avenida Santa Teresa se encuentra en desastrosa condición, empezando por estar bañada en aguas negras en casi todo el tramo. Los vecinos dijeron que al menos hace un mes los registros cloacales reventaron y han destrozado aún más el asfalto.
Los vehículos se bañan en el “arroyo” que, además, representa un peligro para los peatones al cruzar la calle porque no ven los pozos que se encuentran debajo del agua negra.
A esto se suman los baches que visiblemente se han formado por las aguas negras, pero también otros que se encuentran en los costados de la avenida.
Asimismo, los lomos de burro fueron malhechos y las rejillas del desagüe pluvial pésimamente colocadas, por lo que se hunden al pasar de los autos.
¿Essap o Comuna?
Nos contactamos con el intendente de Fernando de la Mora, Alcides Riveros, quien explicó que la mitad del tramo corresponde a su municipio, tomando como frontera la calle Coronel Martínez. Aseguró que la Comuna se encarga de bachear, pero que con las lluvias y los desagües cloacales el asfalto se vuelve a destruir.
Atribuyó a la Essap una obra mal hecha el año pasado, en el que se dejó toda la avenida en calamitoso estado, tras lo cual, los bacheos no fueron suficientes. “La Municipalidad no cuenta con recursos suficientes para un recapado completo. Hemos solicitado al MOPC ayuda para el trabajo porque es una vía de acceso que todos usan, pero hasta ahora no tuvimos respuesta”, dijo.
Por su parte, Néstor Roa, gerente de Alcantarillado de la Essap, comentó que las obras fueron hechas del 2014 al 2017 y pertenecen al proyecto de la Cuenca del Itay. Nos derivó con la gerente técnica de la Essap, Oliva Ocampos, pero esta no contestó nuestras llamadas.
Un grupo de indígenas del departamento de San Pedro se niega a abandonar la Plaza de Armas, frente al Congreso, hasta tanto el actual o el nuevo Gobierno les entregue un pedazo de tierra.
Son 30 familias que provienen del distrito de General Elizardo Aquino, donde se quedaron otros integrantes de la comunidad denominada Ko’êju Poty. Se instalaron bajo precarias carpas en la Plaza de Armas.
Óscar Cabral, uno de los líderes, explicó que ellos no participaron de las negociaciones con el Gobierno que mantuvo el otro grupo que se retiró de la plaza la semana pasada, tras conseguir la promesa de una porción de tierra. El grupo al que se refirió permaneció en la plaza siete meses. Se habían instalado en el sitio el 7 de diciembre.
Comentaron que ya no están contentos en el lugar, porque están pasando hambre y frío, pero deben continuar allí puesto que sin tierras tampoco podrán tener una mejor vida en San Pedro. Se están alimentando con las migajas que les dan algunas personas.
Ayer, cerca de las 11:00 de la mañana, mientras los indígenas comían alrededor de una fogata, los operarios de la Municipalidad retiraban los residuos que habían dejado las familias que abandonaron el espacio público.
Otro grupo de funcionarios de la Municipalidad también se encontraba arreglando el pasto y el piso de los camineros de la plaza que están bastante deteriorados por el mal uso y sobre todo por la ocupación.