En Acceso Este, sin definición obras de laguna de mitigación
Hasta ahora el MOPC no aclara convenientemente sobre lo que pasa con las atrasadas obras inconclusas del Acceso Este, principalmente las lagunas de mitigación. El componente vial ya fue recibido y la contratista del mismo insiste en el peligro que represe
La construcción de la laguna de mitigación está a cargo del consorcio Paso de Patria, el cual hasta el momento fue beneficiado por el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) en dos ocasiones con sendas prórrogas, en la última ya sin fecha límite, debido supuestamente a la no liberación de los terrenos a ser utilizados, de acuerdo a los datos recogidos al respecto.
Según denuncias recibidas, el MOPC está siendo excesivamente tolerante con dicha contratista, y en principio se sospechaba que eso ocurría porque el viceministro de Obras, Juan Manuel Cano, presuntamente tiene parientes ligados al mismo. Sin embargo, consultado al respecto, la citada autoridad dijo que no lo une parentesco alguno con Marcial Manuel López Cano, director presidente de la Sociedad Constructora Chaco SA, una de las empresas integrantes del consorcio Paso de Patria.
Sobre la construcción de la laguna de mitigación, Cano expresó que la misma depende de expropiaciones que actualmente están en manos de la Justicia, ya que el dueño del terreno a utilizar se niega a desalojarlo. “El caso está en disputa en el Poder Judicial”, indicó.
El propietario del lote en cuestión, Marciano Fernández, por su parte había alegado en su momento en entrevista con nuestro diario, que el MOPC le quiere dar una suma (G. 71 millones) que está muy por debajo de lo que vale su casa (dice que está tasado en más de G. 1.930 millones), por lo que no quiere salir del lugar.
Advertencia desde 2017
La contratista de la parte vial de Laguna Grande o Acceso Este, ya terminada y habilitada, EDB Construcciones, ya había advertido en diciembre de 2017 de los peligros que suponía no completar el sistema de desagüe pluvial y recientemente dijo que no se hacía responsable de los efectos que eso podría tener en la avenida misma, que tiene 13 kilómetros, desde San Lorenzo y hasta Calle Última.
“Es imprescindible para el escurrimiento de las aguas que la salida de la Calle Canal esté libre de obstáculos para el normal desagote del sistema”, decían ya en 2017 en un documento.
Alegaban también que esto puede afectar las alcantarillas, hacer colapsar la estructura y desbordar los sumideros construidos para el desagote de la calzada.