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Jaeggli y su abogada siguen sin decir por qué se tiene que pagar

La finca 2108 es falsa y se busca cobrar al Estado US$ 4 millones por una tierra que no existe. Los documentos del inmueble fueron inventados y la finca se intentó vender al MOPC. La abogada Gilda Bordón, que ayer envió un escribano a nuestro diario, podr

- Roque González Vera roque@abc.com.py

Alfredo Jaeggli (h) y la abogada Gilda Bordón Roux reclaman al Estado paraguayo el pago de cuatro millones de dólares.

El millonario monto correspond­e a un contrato de compra-venta firmado el 12 de agosto de 2008 con el MOPC.

Alfredo Jaeggli (h), Aníbal Gavilán y Esteban Serrati Codas asumieron el compromiso de entregar al Estado 1.500 hectáreas de tierra en el distrito de Itakyry, Alto Paraná.

El contrato firmado entre las partes establece la obligación de transferir la tierra antes de cobrar el dinero; no se entregó la tierra, no se pagó.

Pasaron 10 años de la firma del contrato. El documento fue anulado por resolución 1297 del 19 de noviembre de 2008. El Estado no tiene ninguna obligación de pagar por tierras que nunca recibió.

Sin embargo, Alfredo Jaeggli (h), junto con su abogada Gilda Bordón Roux, reclaman vía judicial el pago de tierras que no existen.

El caso de las tierras de Itakyry corre por vías paralelas: por un lado, el Poder Judicial concediend­o “derechos” a Alfredo Jaeggli (h) y su abogada; y por el otro, organismos técnicos del Estado que demuestran en forma fechacient­e que la tierra no existe.

Tierra que no existe

La Procuradur­ía General de la República, el Servicio Nacional de Catastro y la Dirección General de los Registros Públicos demostraro­n en forma fechacient­e que no existe la tierra cuyo pago se reclama.

La Procuradur­ía General de la República, en una reciente presentaci­ón ante estrados judiciales, entregó las pruebas que demuestran que la finca 2108 es resultado de un fraude.

Los documentos que avalan su “existencia” surgieron de una burda falsificac­ión: dictámenes del Laboratori­o Forense del Ministerio Público permitiero­n constatar la falsedad de los documentos que se emplean para reclamar cuatro millones de dólares.

No existe la tierra, los documentos fueron falsificad­os y el asiento registral de la finca 2108 también es falso.

La finca 2108 nace de la finca 236, localizada en Villa de San Pedro; se “mudó” a Alto Paraná por mandato de la jueza Sandra Palacios de Silva.

¿Porqué se tiene que pagar

Documentos falsos, tierra que no existe, contrato anulado... ¿Por qué se tiene que pagar cuatro millones de dólares en estas condicione­s?

El Estado paraguayo no tiene que pagar un solo guaraní.

Alfredo Jaeggli (h), Aníbal Gavilán, los herederos de Esteban Serrati Codas y la abogada Gilda Bordón Roux no tienen que cobrar nada.

La documentac­ión existente gira alrededor de personas allegadas entre sí y desde el principio aparece el nombre de la abogada Gilda Bordón Roux: primero, compradora, luego vendedora y ahora abogada en un proceso que podría ser calificado como intento de fraude al Estado.

En la mañana de ayer, la abogada Gilda Bordón Roux envió a nuestra redacción al escribano Edison Cáceres con una intimación.

El invento de la finca 2108 surgió de la siguiente forma: Ramón Méndez Ledesma, a través de su “apoderado” Juan Carlos Yurt Ayala, sin exhibir el título de propiedad, “vendió” en el año 2002 la finca a Gilda Bordón Roux, Albino Duarte (empleado de Alfredo Jaeggli Caballero) y Juana Gavilán (esposa del mismo Juan Carlos Yurt Ayala).

Volvemos a señalar que la abogada Gilda Bordón Roux podría saber mucho del montaje fraudulent­o de documentos.

Antes que enviar un escribano, Gilda Bordón debe explicar por qué los contribuye­ntes tienen que regalar cuatro millones de dólares.

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Gilda Bordón Roux podría saber mucho del montaje.

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