Acusación fue por tres delitos

El 24 de setiembre de 2014, los fiscales Victoria Acuña, Liliana Alcaraz y José dos Santos (ya renunció), acusaron a José María Ibáñez por la comisión de los hechos punibles de estafa, expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso y cobro indebido de honorarios. Los agentes del Ministerio Público solicitaron juicio oral para el legislador, al probarse que con dinero de Diputados pagaba a los caseros de su quinta en Areguá.

Ibáñez logró en el 2013 que sus caseros sean contratados por la Cámara Baja como auxiliares administrativos, con un salario de G. 2.500.000 cada uno. Sin embargo, solo paga G. 2.500.000 a los tres y se quedaba con G. 5 millones mensuales.

Durante la investigación, la fiscalía corroboró que dos cheques de los caseros fueron depositados en la cuenta del parlamentario y uno en la de su esposa.

También confirmó que, cuando se entregaron las tarjetas para que los caseros cobren su sueldo en los cajeros del Banco Nacional de Fomento, las extracciones fueron realizadas por Moema Leticia Minck, en los cajeros del BNF del Shopping del Sol. Ibáñez y su exjefa de gabinete, María Liz Gutiérrez, también firmaron las planillas en las que supuestamente se dejaba constancia de la asistencia de los caseros en Diputados.