El que calla otorga
Hoy parece una autoprofética sentencia, pues fue publicada hace 11 años.
“Es importante que nuestros líderes pasen de la condenación verbal de la corrupción a la condenación material. Es decir, demostrar con actitudes y gestos –aunque sean simbólicos– que los actos de corrupción no son bienvenidos ni alentados y muchos menos que existe indiferencia hacia ellos”.
La idea expresa esencialmente la intención de llevar al campo de la acción el repudio a los corruptos.
El autor, José María Ibáñez, quien argumentaba cómo se debía moralizar a la sociedad paraguaya desde el liderazgo político.
Liderazgo es enseñar con el ejemplo, transcribía Ibáñez, citando la frase del teólogo francoalemán y Premio Nobel de la Paz Albert Schweitzer.
El texto forma parte del libro “Diálogo con los ausentes. Desterrando el fanatismo en el Paraguay” editado en el 2003 por Ibáñez y Nicanor Duarte Frutos.
A propósito de Duarte Frutos, también opina que su co-editor también debe renunciar, para hacerse eco del masivo reclamo de la ciudadanía.
Quien no habló de este caso es el hombre que debe asumir la administración del país en 10 días más.
Para Mario Abdo Benítez, el tema ya era incómodo durante la campaña cuando exponía que la impunidad es uno de los mayores cánceres de la sociedad.
Inmediatamente surgían las preguntas sobre aquel a quien estaba legitimando como candidato en los actos proselitistas, pese a haberse demostrado fehacientemente que diseñó un esquema para estafar al Estado y quedarse con la mayor parte del dinero que figuraba a nombre de sus peones.
Recuerdo entonces uno de los justificativos de Abdo: “el no va a encontrar en mí un aliado en el caso en el que sea encontrado culpable”.
Pero en el momento de la verdad, esta semana en el Congreso, solo el silencio respondió.
Un silencio que también se dio sobre un tema fundamental para el país, la aprobación de las notas reversales de la binacional Yacyretá.
Abdo, quien durante la campaña tenía una visión muy crítica sobre el acuerdo Cartes-Macri, ya no se manifestó públicamente sobre el tema, y la mayoría de los parlamentarios de su movimiento terminó apoyando el acuerdo.
Tuvo que ser uno de los integrantes de su equipo de transición en la EBY, Luis Fretes, quien comunicara que el presidente electo considera ahora a las notas reversales como un piso de negociación y que las críticas que realizó durante la campaña fueron hechas en un contexto de lucha eleccionaria.
Es un error del presidente electo no comunicar su posición sobre temas que son de interés.
Es un error, al menos si pretende ejercer un liderazgo sin intermediarios.