Futuro titular de ANDE sale a justificar aprobación de las notas reversales
El ingeniero Pedro Ferreira, nominado por el gobierno electo de Mario Abdo Benítez como futuro titular de la ANDE, salió a defender en un extenso escrito publicado en las redes sociales las “bondades” de las notas reversales de Yacyretá que terminaron de
“Hemos analizado en el seno del equipo técnico del nuevo Gobierno la Nota Reversal aprobada recientemente por ambas cámaras del Congreso Nacional, relacionada al ordenamiento económico y financiero de la Entidad Binacional Yacyretá y al respecto señalamos lo siguiente. Lo positivo: el acuerdo es un paso favorable hacia la consolidación de la entidad, considerando la accidentada evolución que ha tenido la ejecución del proyecto en toda su historia”, dice Ferreira en su página de Facebook.
Según él, con esto “se clarifican los pasivos de la empresa para volverla económica y financieramente viable, dándole certeza en términos del flujo de costos que enfrentará en los próximos años. De esta manera, Yacyretá puede fijar una tarifa competitiva de alrededor de 35 USD/megawatthora para cubrir sus costos financieros y de administración, operación y mantenimiento”. Servirá también, señala, “para atraer inversiones en el sector energético, desde generación eólica hasta nuevas hidrogeneradoras en nuestro país. A pesar de la alta disponibilidad, existe alta incertidumbre pues nadie conoce el precio de la energía después del 2023 (para Itaipú) y para la EBY ahora, pues sin acuerdo no hay precio. Este acuerdo permitirá empezar a clarificar este aspecto, sobre todo con miras a la negociación previa al 2023 en Itaipú. Esto posiciona al Paraguay como un país más previsible ante inversionistas y países limítrofes”.
Ferreira ve también “lo negativo del acuerdo: durante décadas anteriores Argentina retiró aproximadamente el 95% de la energía de Yacyretá y Paraguay solo el 5%. Esa energía se retiró a un precio que no permitió la amortización de la deuda ni el pago de las compensaciones previstas, le faltó el componente de amortizacion en la tarifa, situación similar a lo ocurrido en Itaipú (deuda espuria), que se dio en razón de no estar taxativamente indicada la tarifa a aplicar desde que entrara en funcionamiento la primera turbina y la última, que se supone es cuando podría generar a plena de capacidad, ni mientras opera a cota reducida (situación no prevista). En este punto, lamentablemente el Acuerdo no contempla que ese beneficio de quienes retiraron la energía se convierta en una responsabilidad proporcional”.
Añade que “es razonable que los aportes realizados por los socios para financiar la construcción de la represa sean devueltos, en este caso incluso sin el pago de intereses, y a un plazo muy conveniente de 30 años, según lo acordado con el Gobierno argentino, pero hay energía ya retirada que no aportó su parte en la devolución de esos aportes”.
Responsabilidades
El futuro titular de la ANDE cree que “para analizar la responsabilidad de nuestros representantes y autoridades actuales, hay al menos dos momentos: Todo lo anteriormente analizado es responsabilidad de los que negociaron, bien o mal, durante este gobierno que se va, así como de los gobiernos anteriores que establecieron el escenario previo a la negociación. El 2° momento, el de los actuales Parlamentarios: ellos no pueden ya retroceder el tiempo y ponerse a negociar mejor. Solo pueden aceptar lo negociado o ... seguir sin tarifa y confiar en que el gobierno entrante negociará mejor”.
Renegociar, no
Un aspecto relevante a considerar, según Ferreira, es que si nos volvemos a sentar a negociar, desde cero, por lo adelantado de la adjudicación de Aña Cua, la posición paraguaya será más débil que a inicios de la actual negociación. ¿Alguien puede asegurar que el resultado será mejor?, se pregunta, y agrega que “esto ya ocurrió en el Gobierno de Lugo, cuando se llenó el embalse sin acordar previamente, se le dejó el problema al siguiente gobierno, con una clara posición más débil”.
“Por eso opinamos, sin concordar en algunos aspectos importantes de lo negociado, que la responsabilidad principal es de los gobiernos que no negociaron mejor cuando debían hacerlo dejando al siguiente gobierno en peor posición para negociar. Caso muy parecido a lo que se realizó y se realiza con Itaipú. Las dos posiciones de los parlamentarios se comprenden. Lo que aparece demasiado llamativo es que se pretenda trasladar prácticamente toda la responsabilidad de lo negociado hacia algunos parlamentarios o al gobierno que aún no asumió, y que, por tanto, no tuvo ni puede compartir la responsabilidad de los gobiernos anteriores”, afirma Ferreira al abrir ya paraguas en este tema.