Problemática
Con la designación de Eduardo Petta en el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) no se visualiza una búsqueda de solución a la problemática educativa. Más bien se presagian tormentas y vaivenes, en vez de torbellino de ideas, foros, discusiones y diálogos para llegar a una conclusión y encaminar la tarea educativa hacia el aprendizaje.
Un ministro político en educación no siempre responde a las exigencias que requiere nuestro país para superar la deserción escolar, el analfabetismo funcional y el bajo nivel de conocimientos en que se encuentra inmerso el Paraguay en la actualidad.
En educación hace falta gente entendida en la materia, no precisamente un técnico o político, sino un profesional preparado en pedagogía y en filosofía de la educación paraguaya; conocedor de los fines y objetivos de los diversos niveles educativos.
Petta con su experiencia en la Patrulla Caminera podemos interrogar: ¿Mejoró la seguridad vial en las rutas? ¿Bajaron los índices de accidentes de tránsito? ¿Se realizaron mayores controles en las rutas? o ¿Solamente aumentaron las recaudaciones de los agentes?
Si bien la educación vial es un deber ciudadano, este sí es un problema serio que a diario la población sufre en carne propia, por falta de conciencia. De todas maneras, podemos señalar que cuando Petta era director de la Caminera no hubo tranquilidad en las rutas y menos aún seguridad.
Educación tiene problemas edilicios, de infraestructuras, de mobiliarios, de materiales didácticos y bajos niveles de aprendizaje que ubican al país en los peores lugares en el ranking en cuanto a la competencia a nivel mundial. En un mundo globalizado con los avances tecnológicos y de las ciencias, no tenemos posibilidades para competir por la escasa preparación técnica y educativa.
La educación debe reflejarse en el trabajo, en lo cotidiano, en el hogar, en las instituciones públicas, en la calle, en la aplicación de los valores, en la convivencia; en los juegos deportivos, en el campo y en la ciudad, en el emprendedurismo y la creatividad. No se vislumbran soluciones para que la educación sea el puntal del crecimiento y desarrollo del país.