Auspicios transferidos a la ONG
Contratos a los que tuvo acceso ABC Color (ver facsímil más arriba) revelan que en reiteradas ocasiones empresas privadas optaron por entregar dinero para auspiciar eventos o proyectos realizados por El Cabildo. Sin embargo, en lugar de que ese dinero sea incluido en el Presupuesto General de la Nación, el dinero era transferido directamente a la Asociación Cultural Comuneros.
Entes privados como la Fundación Itaú o empresas de telefonía, binacionales como Itaipú y empresas públicas entregaban el dinero que luego era administrado por Comuneros y no por el Cabildo.
Además de esas transferencias, es cuanto menos llamativo que Margarita Morselli, directora ejecutiva del Centro Cultural, firmara esos contratos cuando debería haberlo hecho el presidente del Congreso, pues el Cabildo no es una institución autónoma o autárquica sino una oficina del Legislativo.
Sobre los fondos entregados en concepto de auspicios no existen mayores rendiciones.
De acuerdo a las invitaciones a los eventos realizados por la institución en los últimos tres años y medio, 152 empresas auspiciaron de alguna forma al Cabildo. Sin embargo, no existen datos concretos de cuánto dinero se recibió ni cómo se gastó.
De hecho, en algunos de los contratos firmados por Morselli hay hasta cláusulas de confidencialidad, lo que contradice por completo a las leyes de transparencia y acceso a la información pública.
G. 10.000 millones en tres años
Solo entre 2014 y 2017, Comuneros habría recibido aproximadamente G. 10.000 millones del Cabildo (unos US$ 1,8 millones). Este monto incluye fondos públicos y auspicios monetarios entregados por empresas privadas entre las que figuran bancos de plaza, editoriales y telefonías.
Margarita Morselli es titular del Centro Cultural El Cabildo desde hace ya 14 años. Apenas tres días después de que se creara la institución, ya firmó un convenio con la Asociación Cultural Comuneros.
Desde esa época, según la propia Morselli, la ONG trabaja para colaborar con las actividades que realiza la institución a su cargo. Es decir, desde esa época la asociación ya habría recibido fondos públicos para utilizarlos.