Un oficial de Policía admite haber vendido auto a narcos de Canindeyú
Un oficial de Policía se presentó en la Fiscalía y declaró ser el vendedor del automóvil dentro del cual fue encontrada una de las listas de pagos de coimas de narcos a autoridades de Canindeyú.
El agente que concurrió ante el Ministerio Público es el oficial inspector Sergio Antonio Martínez Rolón, de 32 años, personal actualmente confinado en la comisaría 5ª de la Chacarita.
El citado oficial se encuentra también bajo sumario por la desaparición de un fusil Galil, calibre 5.56, perteneciente a la Policía Nacional. El arma de guerra fue supuestamente robada hace tres meses, de un coche particular de un agente de la oficina de Investigaciones de la ciudad de Bella Vista Norte, departamento de Amambay, donde Martínez era el jefe de grupo.
En su declaración ante la unidad especializada antidrogas, a cargo del fiscal Marcelo Pecci, el policía Martínez Rolón manifestó ser el vendedor del coche Mini Cooper rojo, año 2003, que fue uno de los 16 vehículos incautados en Salto del Guairá, el 1 de agosto pasado, en la serie de allanamientos en la que además cayeron 16 toneladas de marihuana prensada y ocho miembros de una red que enviaba toneladas de droga hacia el lado brasileño, mediante lanchas rápidas que zarpaban del puerto de balsas de Salto del Guairá, sobre el río Paraná, luego del pago de coimas a casi todas las autoridades de la región.
Los detalles de los sobornos fueron obtenidos al ser encontrada, ese mismo día, una serie de anotaciones de los propios narcos.
Sin embargo, otra lista de coimas, incluso más detallada que la primera, apareció el viernes último, al ser abierto en el predio de la Senad de Chaco’i el Mini Cooper rojo. Dentro del rodado también había 29.000 reales y 5.000.000 de guaraníes en efectivo, así como una pistola y otras evidencias.
Ese narcovehículo era usado supuestamente en Salto del Guairá por los mellizos Wilson Rubén Cáceres González y Wilson Darío Cáceres González, este último expolicía.
Ambos eran supuestamente los “batedores” de la banda de traficantes, es decir, los encargados de ir pagando las coimas en cada puesto policial, militar y de la Senad de Canindeyú, frente a los cuales debían pasar los camiones cargados con marihuana.
El oficial declarante, justamente, reveló haber vendido ese coche Mini Cooper rojo, hace un mes, a un tal Willian Armando Cáceres González, de 20 años, quien resultó ser otro hermano de los mellizos ahora fugitivos.
El agente manifestó que la transacción se cerró en G. 50.000.000 y que él mismo entregó el rodado en Salto del Guairá. Sin embargo, negó tener nexos con la red desbaratada, aunque reconoció que llegó a trabajar en la oficina de Antinarcóticos de Canindeyú, la misma unidad que aparece, junto a la Senad y la Marina, entre las principales beneficiadas con los sobornos pagados por los marihuaneros.
El oficial Sergio Martínez, aunque no está procesado, quedó sujeto a cualquier requerimiento del Ministerio Público.