Las pensiones continuarán sin supervisión
La Cámara de Senadores rechazó ayer por mayoría el proyecto de ley de pensiones y sus miembros pidieron a la Cámara de Diputados que acepte la decisión y lo archive, a fin de dialogar sobre el tema con todos los sectores.
Los senadores dieron marcha atrás a la intención de introducir modificaciones al proyecto de ley de pensiones con media sanción de Diputados y acordaron entre todas las bancadas de los partidos políticos rechazar totalmente el plan.
La decisión se tomó a poco de tratarse el tema en la sesión, que se llevó a cabo en medio de una gran movilización de los sindicatos, jubilados y docentes, que se concentraron en la plaza de Armas para presionar por el rechazo.
Según algunos senadores, los manifestantes se movilizaron engañados por una fuerte campaña instalada y que indicaba que se aumentaría la edad para la jubilación, el aporte y que se haría un uso discrecional de los fondos. Pero, para otros, las personas fueron conscientemente a defender sus recursos jubilatorios, porque no existe una garantía de retorno en caso de utilizarse los fondos, por lo que consideraron prudente atender sus reclamos.
Cambio de posición
Los legisladores durante la sesión argumentaron el cambio de posición en que se debe escuchar a la gente, que este proyecto fue mal concebido en Diputados al ser aprobado sin consultar a nadie, que las mentiras que se crearon en torno a este proyecto era difícil de levantarlas y que el pueblo está desilusionado de la clase política, entre otros.
Todos, sin embargo, coincidieron en que es necesario ejercer un control en el sistema de jubilaciones para que no vuelva a suceder casos como lo de la Caja de Itaipú (Cajubi), con pérdidas millonarias; o en la Caja Bancaria, en donde el Estado sigue aportando.
Tanto los senadores colorados oficialistas, cartistas (que impulsaron el proyecto inicialmente) y de la oposición optaron finalmente por el rechazo total y por devolver el proyecto a Diputados para su definición.
Mensaje a Diputados
A su vez, enviaron un mensaje a los diputados, pidiendo que acepten el rechazo y archiven el proyecto para iniciar un diálogo con todos los sectores afectados, de tal modo a que en el plazo de 3 a 6 meses se pueda consensuar un proyecto, que es lo que solicitaron los sindicatos y empresarios.
El proyecto de ley vuelve a Diputados, que precisará de 41 votos para ratificarse y sancionar la ley, caso contrario, va al archivo. De ratificarse, la decisión quedará en manos del Senado.
El proyecto crea un consejo asesor del sistema nacional
de jubilaciones y pensiones, la superintendencia de pensiones y establece normas de inversión.
La superintendencia, según señalaron, apunta a convertirse
en un mecanismo de supervisión de los fondos, estableciendo reglas claras para una mayor transparencia, reducción de riesgos y buena administración.