Pidió nulidad para no ser desaforado
El 20 de mayo pasado, el fiscal Luis Piñánez imputó al diputado colorado Tomás Fidelino Rivas por los hechos punibles de estafa, cobro indebido de honorarios y expedición de certificados sobre méritos y servicios de contenido falso. El legislador pagaba con dinero de la Cámara Baja a los cuidadores de su casa de Paraguarí.
Según la imputación, se comprobó mediante registros telefónicos sometidos a pericia que los tres empleados no cumplían labores en Diputados. Además, Rivas firmaba todas las planillas de asistencia.
“Como diputado, certificaba que los citados funcionarios contratados asistían diariamente a las oficinas de la Cámara Diputados cumpliendo horarios o se encontraban acompañándolo en sus labores legislativas”, dice la imputación.
“Según la ubicación de las llamadas remitidas por las citadas empresas telefónicas, los mismos no se encontraban prestando servicio alguno en la Cámara de Diputados ni acompañando al citado legislador...”.
Piñánez refirió en la imputación que Reinaldo Chaparro cobró indebidamente G. 16.000.000 de julio de 2016 a febrero de 2017; Lucio Romero percibió G. 16.000.000 de julio de 2016 a febrero de 2017; y Nery Franco, G. 15.000.000 de octubre de 2016 a febrero de 2017.
El legislador comenzó a chicanear al plantear la nulidad de la imputación en su contra. El escrito fue presentado por el abogado Emigdio Aliendre Morel, defensor del diputado colorado.
Por otro lado, los caseros también incidentaron el proceso penal. Ni siquiera permitieron que se haga la audiencia de imposición de medidas.
Los abogados Daniel Barrios Gini (por Romero) y Ricardo Chaparro (por Franco) también presentaron la nulidad de la imputación que presentó Piñánez en representación del Ministerio Público.