No se espera un fuerte impacto
La crisis argentina no tendrá un impacto tan fuerte sobre nuestro país, como sucedió en el pasado, señaló ayer Carlos Carvallo, miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP).
En declaraciones efectuadas al programa “Economía y Más”, emitido por ABC Cardinal (730 AM), Carvallo dijo que Paraguay debe seguir con su política saludable y afrontar los mecanismos para eventuales ingresos de mercaderías de contrabando.
A su criterio, en el corto plazo tendrá un impacto en la economía, pero los efectos se irán corrigiendo en el tiempo teniendo en cuenta que la crisis del vecino país no es la misma que la del 2001, cuando el salto del tipo de cambio fue más violento y se tuvo un efecto contagio por los vínculos financieros. En ese contexto, insistió que el vecino país hoy tiene un tipo de cambio único y no tiene precios reprimidos, entre otros.
“Nosotros estamos bien para aguantar esta situación”, afirmó el miembro titular del BCP al insistir que la coyuntura actual del país no es la misma de los países vecinos, porque tenemos una economía sólida y por esa razón debemos seguir en esa senda. De todos modos, indicó que es delicado lo que pasa en Argentina y se debe monitorear con mucha atención.
Empresarios
En el sector empresarial, por su parte, se encendió la alarma e insisten al Gobierno una lucha frontal contra el contrabando debido al impacto que empieza a tener en la facturación de los comercios. En ese contexto, el último viernes los empresarios nucleados en la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) se reunieron con el ministro de Hacienda, Benigno López, para tratar este punto.
Al respecto, Esteban Morábito dijo tras esa reunión que existe gran esperanza y expectativa de que haya muy pronto resultados, atendiendo que el contrabando afecta a las empresas formales y la recaudación del fisco, lo que repercute en menos recursos para los hospitales y las escuelas.
El presidente de la CAP, Carlos Jorge Biedermann, declaró que tras dos años de tranquilidad la economía de nuevo empieza a sentir el problema del contrabando, que dijo tiene ya un fuerte impacto en la facturación de las empresas formales.
Añadió que los “sinvergüenzas están realizando un grosero contrabando” de productos de marcas famosas que la gente quiere comprar y se venden impunemente, muchos sin respetar la cadena de comercialización, y esto también pone en riesgo la salud de la gente.