Pidió suspensión y “nuevos fueros”
Este proceso se inició el 18 de diciembre del 2014, cuando Carlos Núñez Salinas fue desaforado para su procesamiento. En febrero del 2015, Núñez fue beneficiado con el sobreseimiento provisional, pero un año después el fiscal Martín Cabrera pidió la reapertura del caso.
El proceso siguió su curso normal y la Fiscalía acusó al diputado. Tras admitir su responsabilidad en el hecho investigado y pagar la multa correspondiente, el 20 de abril del 2016 Núñez Salinas solicitó la suspensión condicional del procedimiento, con el fin de lograr una salida light a su caso, similar a la que benefició hace poco a su colega José María Ibáñez.
Esta petición contó con la anuencia de la Fiscalía, pero no la del juez Otazú, quien dio trámite de oposición al pedido. El 17 de mayo del 2016, el fiscal adjunto Federico Espinoza acusó y pidió juicio oral.
Ante la posibilidad de ir a juicio oral y público, el parlamentario cambió de postura y empezó a “chicanear”, con lo cual dilató por años la realización de la audiencia preliminar.
La última chicana promovida por la defensa fue el intento de archivar el proceso con el argumento de que tenía “nuevos fueros”, con motivo de su reelección como diputado.
Esta pretensión de la defensa fue descartada por el Tribunal de Apelación, que dejó en claro que los desafueros eran por causa penal y no por periodo parlamentario.