En casa del horror hubo sonado crimen en 1913
La jueza María Gricelda Caballero decretó ayer la prisión preventiva del boxeador Bruno Javier Marabel Ramírez (19), presunto autor del asesinato de su esposa y de los padres e hijos de esta. La nueva novia del sospechoso, su compañera de trabajo y un hermano de esta última también fueron enviados a la cárcel en carácter de cómplices del quíntuple homicidio. La Policía reveló ayer más detalles aterradores de lo que pasó en la casona del microcentro.
La magistrada Caballero ordenó ayer que Bruno Marabel, imputado por feminicidio y homicidio, sea remitido a la Penitenciaría Nacional del barrio Tacumbú (Asunción), pero como este penal está cerrado fue llevado a la cárcel de Emboscada, junto con su amigo y presunto cómplice Marcelo Gabriel Sosa Díaz (21).
En tanto, la novia o supuesta amante de Bruno, Alba Rosalía Armoa Núñez (18), y la compañera de trabajo del principal sospechoso, María Araceli Sosa Díaz (23), fueron enviadas al penal de mujeres Casa del Buen Pastor.
Según la teoría de la fiscala Esmilda Álvarez, Bruno es el principal responsable del asesinato a puñaladas y posterior entierro clandestino de su esposa, la también boxeadora y luchadora de kick boxing Dalma María Rojas Rodas (25), así como de los padres de esta, Julio Rojas Delvalle (52) y Elva Graciela Rodas de Rojas (51), y de los niños Cristian Santino Barrios Rojas (6) y Saulo Pío Nahir Rojas (4), quienes son hijos de Dalma.
Según los documentos encontrados, Bruno y Dalma se casaron en enero pasado en Itá, y no estaban separados, sino peleados.
Los cinco cuerpos fueron descubiertos en tres fosas rellenadas con cemento y escombros, dentro de la ahora considerada casa del horror, situada en Oliva casi Montevideo de Asunción. El inmueble perteneció originalmente al ahora ya desaparecido médico Mario Luis de Finis, según confirmó ayer su familia, que incluso difundió en las redes sociales las fotografías del diseño y la estructura originales.
El lunes 1 de octubre
El jefe del departamento de Homicidios de la Policía, comisario principal Benicio Ramírez, dijo ayer que la confesión no oficial que hizo Bruno Marabel tras su detención refiere que la masacre ocurrió entre la noche del lunes 1 de octubre y la madrugada del martes 2.
Aunque Bruno aseguró haber actuado solo, para la Policía y la Fiscalía habría más involucrados directos.
Precisamente, este elemento es el que llevó a la fiscala Álvarez a procesar como cómplices a los otros tres jóvenes, quienes participaron de una fiesta en la casa del horror, entre la noche del sábado 6 de octubre y la madrugada del domingo 7, ya cuando los cuerpos estaban en las fosas.
Según manifestó Bruno a los policías, como no aguantaba el sentimiento de culpa y el remordimiento, convenció a su nueva pareja, Alba Rosalía Armoa Núñez, de ir a dormir con él en esa casa durante al menos cuatro noches posteriores a la matanza. Es por eso que el Ministerio Público sostiene que los ahora procesados como cómplices no pudieron haber ignorado que en ese sitio ocurrieron las terribles muertes.