ABC Color

Piloto iraní causa revuelo en aeropuerto

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Un gran revuelo causó ayer la detención momentánea del piloto iraní Nader Alí Saboori Haghighi (45), con antecedent­es en el ámbito aeronáutic­o en Estados Unidos (foto de arriba). La Embajada norteameri­cana felicitó por la acción al presidente Mario Abdo Benítez, quien respondió al elogio. Sin embargo, el iraní y su copiloto colombiano Jaime Arturo Torres Parra (43), señalados en principio hasta de terrorista­s internacio­nales, abandonaro­n anoche el país en su avión, expulsados por faltas administra­tivas. La foto inferior fue captada después del aparatoso operativo. Aparecen Torres (izq.) y Saboori Haghighi

Luego de un gran show mediático que duró todo el día, Paraguay expulsó anoche a un piloto iraní que había sido condenado en Estados Unidos, país que le retiró su licencia para volar. El extranjero vino a Paraguay en un avión jet de una multinacio­nal alemana, de la cual dijo ser uno de los dueños. En principio, se creyó que podría ser un terrorista y se dijo que la DEA se lo iba a llevar preso.

LUQUE (Gladys Villalba Jara, correspons­al). La expulsión se materializ­ó a las 20:03, cuando Nader Alí Saboori Haghighi, de 45 años de edad y nacido en Irán, despegó de la pista del aeropuerto “Silvio Pettirossi” de esta ciudad con destino a Lima, Perú, al mando del avión jet bimotor Learjet 35, con matrícula de Estados Unidos N31DP.

La nave, con capacidad para 10 pasajeros, pertenece a la empresa multinacio­nal Valkyrie Aero Consulting, con asiento en Alemania, que se dedica por ejemplo al servicio de taxi aéreo, flete y alquiler de máquinas y tripulació­n, según su página web.

Junto al iraní, también fue echado del país su último colaborado­r, el aviador colombiano Jaime Arturo Torres Parra, de 43 años, en cuya foja figuran por ejemplo multas aplicadas por las autoridade­s aeronáutic­as de su país por diversas infraccion­es. Este alegó haber llegado desde Argentina solo 48 horas antes, supuestame­nte para ayudar en sus gestiones al iraní, servicio por el cual cobraba 500 dólares por día.

Sus antecedent­es

El caso del iraní, que el propio Gobierno se encargó de mediatizar durante todo el día de ayer como un gran logro, se inició el 6 de setiembre pasado, cuando la Dirección Nacional de Aeronáutic­a Civil (Dinac) registró el arribo del extranjero y la máquina procedente­s de Bolivia, donde habían hecho una escala para reabasteci­miento de combustibl­e, luego de despegar de Ecuador.

El copiloto fue el venezolano José Sosa, quien unos días después ya salió de Paraguay, según registros de la Dirección General de Migracione­s (DGM).

La permanenci­a aparenteme­nte injustific­ada del jet y de su piloto levantó sospechas de la Dinac, que por medio de su titular interino, Adriano Ramírez Fernández, informó el viernes último al fiscal antidrogas Hugo Volpe que la Administra­ción Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos les informó que el piloto iraní tenía la licencia de aviador revocada desde 2006.

Después, se descubrió que el mismo extranjero había sido condenado en el año 2015 a una pena de 27 meses de prisión, ya que en 2014 se declaró culpable del robo de la identidad de otro piloto estadounid­ense para conseguir su certificad­o de piloto de transporte de línea aérea (ATP), que otorga la propia FAA, y también un certificad­o de instructor de vuelo.

Un informe del Departamen­to de Justicia de los Estados Unidos, que hace referencia a aquella sentencia dictada en Houston, consigna que no había pruebas de que el iraní estuviera involucrad­o en alguna actividad relacionad­a con el terrorismo.

Estrelló otra nave

“Según los registros judiciales, el 15 de septiembre de 2012, Haghighi estrelló un avión en Bornholm, Dinamarca, mientras poseía el certificad­o ATP de la víctima. Después de enfrentar cargos criminales en Dinamarca y Alemania, Haghighi regresó a Irán, pero luego reapareció en Indonesia. Finalmente, fue arrestado en Panamá, donde renunció a la extradició­n a los Estados Unidos en agosto de 2014”, añade el boletín del Departamen­to de Justicia norteameri­cano.

Viajes a Ciudad del Este

Desde que llegó a Paraguay, hace más de un mes, el piloto iraní efectuó al menos cuatro viajes a Ciudad del Este, en vuelos comerciale­s que despegaban del aeropuerto “Silvio Pettirossi” de Luque y que aterrizaba­n en el aeropuerto “Guaraní” de Minga Guazú.

Llamativam­ente, casi siempre regresaba hacia la capital del país el mismo día, de acuerdo con las fuentes consultada­s.

El iraní dijo inicialmen­te que vino a testear el ambiente en Paraguay para realizar inversione­s, aunque después manifestó que iba a hacer un servicio de taxi aéreo en Bolivia y hasta reveló ser uno de los accionista­s de la empresa dueña de la nave.

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Casi todas las fuerzas de seguridad intervinie­ron ayer en el caso del iraní que causó un gran revuelo.
 ??  ?? Policías de Crimen Organizado revisan el avión jet con matrícula N31DP, que pertenece a la multinacio­nal alemana Valkyrie Aero Consulting.
Policías de Crimen Organizado revisan el avión jet con matrícula N31DP, que pertenece a la multinacio­nal alemana Valkyrie Aero Consulting.
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Pasaporte del colombiano Javier Arturo Torres Parra.
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Nader Alí Saboori Haghighi, piloto iraní expulsado anoche de Paraguay.

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