El valor de educar
El filósofo y matemático griego Pitágoras (582 a.C. a 496 a.C.) decía: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. Con esta frase expresaba la importancia de la educación en nuestras vidas.
Educación, que tiene varios conceptos, es formar a la persona humana para que sea educada, sociable, respetuosa, con principios y valores, que tenga capacidad de trabajar y cooperar en la construcción de una sociedad mejor.
Hay que diferenciar la educación de la instrucción. El hombre educado (mujer y varón) no es igual que el hombre instruido.
La educación se logra en la familia y se complementa en las escuelas, colegios, universidades; en círculos sociales y culturales, en clubes deportivos y en la Iglesia.
Los conocimientos de las ciencias y las letras se adquieren en las instituciones educativas, con base en la enseñanza de contenidos, objetivos y la filosofía que debe responder al modelo de hombre que se quiere formar. De modo que un profesional puede alcanzar el mayor grado académico universitario, pero si no hay aprendizaje de valores, difícilmente estemos ante un ser humano educado.
Por este motivo, es necesario superar todas las etapas de desarrollo humano para lograr la verdadera educación.
En tanto que la instrucción es una formación vertical y disciplinada en el que se impone en instituciones imperativas, por ejemplo, la instrucción
militar y policial. Hombre instruido basado en los principios puede llegar a ser educado, pero está sujeto al entorno familiar y social.
Con la educación, sin embargo, se logra el desarrollo de la personalidad, impregnado de valores, así como el aprendizaje de las ciencias y la tecnología. Se supera la etapa biológica, el instinto animal y la persona se vuelve un ser sociable.
Para algunos sería toda una utopía, pero es la finalidad de la educación.
Un aspecto de la educación es el sentido de ubicación que se ha perdido en la actualidad. El ser humano educado conoce su lugar, es discreto, no causa molestias en el trabajo ni en la calle como tampoco en los actos públicos y privados.
Es evidente que la educación en nuestro país está muy limitada en los último años. Por eso hay tanta deshonestidad, desvergüenza, cinismo y atropellos. rmontiel@abc.com.py