Un mismo modus operandi
El equipo político liderado por el senador Javier Zacarías Irún en los últimos 11 años hizo que un predio de 9 hectáreas, que había sido expropiado a favor de la Municipalidad de Ciudad del Este para reubicar a trabajadores de la vía pública, pasara a ser explotado por empresarios amigos suyos. Ocurrió a través de contratos de concesión por 25 y 30 años, la venta de 2 hectáreas y, en uno de los casos, por medio de una superposición de títulos avalada por la Justicia.
Como parte de este plan, en octubre de 2013, el presidente de la República Horacio Cartes inauguraba el Shopping Box, erigido dentro de las 9 hectáreas a partir de un contrato entre la Municipalidad y Diego Hayes Sarubbi Kunzle, muy amigo de José Ortiz, a su vez brazo derecho de Cartes.
Este grupo político-económico también pretendió construir un hotel casino en la zona primaria del Puente de la Amistad, donde funciona la Aduana y se encuentra el hito fundacional de la ciudad.
Partiendo de la entrada al país, el predio de 9 hectáreas, donde se construyeron un estacionamiento y los shoppings del Este, Box y París, se encuentra a la izquierda de la ruta. A la derecha está el recinto aduanero que, con el mismo modus operandi, pretendieron ceder para el hotel casino.
Con este objetivo, en el 2015 la intendenta Sandra McLeod de Zacarías y la Junta Municipal declararon el inmueble, de 11 hectáreas, de interés turístico para la instalación de un hotel casino de cadena internacional. Con este documento, otras instituciones públicas emitieron resoluciones afines. El presidente de la República, Horacio Cartes, autorizó vía decreto un llamado a licitación previa elaboración de un pliego de bases y condiciones por parte de la Comisión Nacional de Juegos de Azar (Conajzar), que Justo Zacarías integraba como gobernador de Alto Paraná.
En casa de Javier Zacarías se reunieron para hablar del proyecto, además de Sandra, Javier y Justo Zacarías, el amigo del senador y exconsejero de Yacyretá, Emilio Tiky Cubas; el “hermano del alma” de Cartes, Darío Messer; y el amigo de este, el empresario Simón Falic.
El proyecto no prosperó debido a publicaciones periodísticas que denunciaron el plan y la ilegalidad que representaba.